Cuando llega el buen tiempo y el calor, no hay nada como disfrutar de un buen gazpacho fresco para comer. Este plato típico andaluz es uno de los más típicos y populares durante la temporada de calor, tanto por ser refrescante como por sus numerosos beneficios para la salud.

Aunque siempre es preferible prepararlo uno mismo en casa, ya que es más saludable, en muchas ocasiones no es posible, ya sea por falta de tiempo o por la comodidad que supone poder acudir a un supermercado para comprar gazpacho. Si eres de estos últimos, debes tener en cuenta el ranking realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha analizado más de 40 gazpachos de supermercados para determinar cuáles son las mejores y peores opciones.

Para determinar el ranking se tienen en cuenta la calidad de los productos y su puntuación Nutriscore, así como el sabor, la textura o el procesamiento de los alimentos para la preparación del producto, además de su etiquetado o aditivos, entre otros. Con base en estos criterios se les da una puntuación que permite conocer una nota final, la que establece su posición en el ranking.

El peor gazpacho de supermercado

Para la OCU, el peor que se puede encontrar en los supermercados españoles es el gazpacho de Bo De Debò, empresa cuya planta de producción se encuentra situada en Sant Vicenç de Castellet (Barcelona).

Este producto se comercializa en un formato de 1 litro en un envase Pet, siendo su precio por litro de 3,99 euros. A la venta en grandes superficies como Alcampo, Caprabo, Carrefour, El Corte Inglés, Hipercor y Condis, está elaborado con los siguientes ingredientes: tomate (41%), aceite de oliva virgen extra (3,3%), vinagre de vino (sulfitos), pepino, pimiento rojo, agua, goma xantana, ajo, sal y conservadores (sorbato de potasio, ácido sórbico).

Gazpacho BO DE DEBÒ GAZPACHO.

Con todo ello, aporta por cada 100 gramos de producto un total de 280 kcal, 3,5 gramos de grasas (0,4 gramos saturadas), 1,9 gramos de hidratos de carbono, 0,7 gramos de sal y menos de 0,5 gramos de proteínas. El fabricante recomienda que, una vez abierto, se debe conservar a una temperatura de entre 0 y 4 °C, protegido con un film y consumiéndolo en un plazo máximo de dos días.

Tras su análisis, la Organización de Consumidores y Usuarios le ha otorgado una nota final de 38 puntos sobre 100, lo que lo convierte en el peor gazpacho de supermercado de España. Su peor puntuación la ha obtenido en el apartado de degustación, considerando los expertos que su sabor no está a la altura de otros de los productos del mercado. Tampoco recibe una buena puntuación en aditivos incluidos y en la selección de ingredientes.

Por su parte, tanto en el etiquetado del producto como en sus valores nutricionales recibe la mejor puntuación, con tres estrellas y medio de valoración sobre cinco.

Cómo elegir el mejor gazpacho

El gazpacho es uno de los platos estrellas del verano en los hogares españoles, siendo un plato que nos alimenta e hidrata al mismo tiempo. El interés a nivel nutricional del mismo se encuentra en la presencia de vitaminas (principalmente vitamina C y carotenos), minerales (principalmente potasio), y sus diferentes fitonutrientes. En lo que respecta a su aporte energético, depende sobre todo del aceite de oliva y del pan, dado que el resto de sus ingredientes son hortalizas cuyo aporte calórico es reducido.

A la hora de acudir al supermercado para elegir un buen gazpacho, hay que tener en cuenta que podemos encontrar diferentes tipos de ellos, siendo los más habituales el andaluz y el extremeño. Aunque sea preferible prepararlo uno mismo, los gazpachos de supermercado tienen la ventaja de que permiten disfrutar de este plato en cualquier momento, además de que es cómodo, al ahorrarse su elaboración, y es muy sencillo de transportar de un lugar a otro.

Ahora bien, al encontrarse ante los diferentes productos de su tipo en el lineal del supermercado, para tomar una decisión de compra conviene comenzar por comprobar su etiqueta y verificar que se trata de ingredientes de buena calidad. Para ello será preferible que se haga uso de productos con denominaciones de origen (DOP) o indicaciones geográficas protegidas (IGP), además de valorar la presencia de ingredientes ecológicos o de calidad superior, como el aceite de oliva virgen extra.

Además, habrá que valorar la receta, siendo preferible que esta no se aleje de la receta original, sin que incluya otros ingredientes que puedan modificar su sabor. Por supuesto, también habrá que valorar su envase, tamaño y precio.

Más allá de esta información, que se puede valorar en la propia tienda, hay que analizar el producto una vez que se consume, puesto que gracias a ello se podrá tener una mejor valoración del gazpacho y determinar si se va a repetir o no su compra en el futuro. Para ello habrá que valorar su sabor, que debes saber a verduras, tanto al tomate como al ajo, al pimiento y la cebolla, y que este sea equilibrado y natural, sin que sobresalga un ingrediente sobre otro.

De igual modo, hay que tener en cuenta su aspecto, siendo preferible que tenga una textura fina y agradable, que no sea demasiado líquida ni demasiado espesa, y en cuanto a su tonalidad, que sea de un color clarito. Si es oscuro es una mala señal, ya que significa que se aproxima más a una salsa de tomate que a una mezcla de verduras.