La cerveza gusta, y mucho. No sólo en España, también a nivel mundial. Su consumo fue de más de 25.000 millones de litros en 2023, siendo su producción de 1.800 millones de hectolitros. Mahou, Cruzcampo, Heineken, Estrella Galicia, Budweiser, Corona, Kirin o Brahma son algunas de las marcas más famosas.
En el caso concreto de España, es el segundo productor de cerveza, sólo por detrás de Alemania. El consumo total ha aumentado un 2,84% en 2023 respecto a 2022, pero con una matización: si se quita el consumo de los extranjeros, ha disminuido un 3,53%, según Cerveceros de España.
Otro dato que conviene tener en cuenta en esta caída del consumo es que España perdió, durante el pasado año, 8.901 establecimientos de hostelería. Es decir, que cada día cerraron 24 locales. Supone una caída de un 11% respecto a los datos de 2019, antes de la pandemia.
¿Qué empresa de cerveza quiebra?
Aunque el consumo en el mundo, en general, y en España, en particular, sigue mostrando buenos resultados, estos no son iguales para todas las marcas de cerveza. Y a alguna de ellas no les ha quedado otra que echar el cierre pese a tener una larga trayectoria a su espalda.
Es el caso de una marcha de cerveza que nació en 1865, por lo que se ha quedado a las puertas de cumplir 160 años de vida. Se trata de la marca más antigua de Australia, llamada Billson’s Beverages.
La misma vio la luz en la localidad de Beechworth pero la crisis económica ha arrasado con ella. No le quedó otra que despedir a todos sus empleados. No ha sido un proceso de la noche a la mañana.
A principios de año ya dejó en la calle a un centenar de trabajadores, a los que se han unido otros 30 durante el pasado mes de julio. Sin olvidar otra veintena de trabajadores eventuales, según News.com.
Lo curioso de la situación de la marca de cerveza es que se puede decir aquello de que murió de éxito. Porque, en 2018, sus ingresos no llegaban al millón de dólares. Sin embargo, durante 2023, esa cifra se multiplicó hasta llegar a los 120 millones de dólares.
Según explicó Rob Smith al citado medio, uno de los administradores de la empresa, “cuando de repente surgen problemas macroeconómicos, como presiones significativas en el coste de vida que afectan a la demanda, puede resultar difícil adaptarse rápidamente”.
Junto a Matthew Hutton, el otro administrador, intentarán vender la empresa que también fabrica otra serie de licores como vodka, ron o whisky.