Las islas de cocina han sido una de las grandes tendencias en el diseño de interiores a lo largo de los últimos años, siendo una estructura que ha sido ampliamente utilizada en cocinas amplias, ofreciendo un espacio extra tanto para cocinar como para el almacenamiento de productos e incluso para socializar.
Su diseño y versatilidad han cautivado a todos aquellos que buscan optimizar su cocina, consiguiendo la creación de áreas multifuncionales que se convierten en un lugar clave de la cocina.
Sin embargo, a pesar de la gran popularidad de la que aún disfruta, ahora los diseñadores de interiores apuestan por su sustituto, que es mucho más funcional, y que, aunque recuerda a cocinas de antaño, permite dar un giro hacia soluciones más prácticas y sencillas, pero con un toque más actual.
Para los años venideros llegará la mesa de comedor integrada en la cocina, un cambio que viene provocado en gran parte por ser una solución más económica y por no necesitar de tanto espacio como en las islas de cocina. Además, ofrecen una alternativa más flexible y accesible, pudiendo acomodarse a distintas funciones y usos, que pueden ir desde el desayuno diario hasta reuniones familiares.
Asimismo, la mesa integrada en la cocina aporta un aire de convivencia y cercanía que muchos hogares modernos tratan de recuperar, por lo que está llamado a ser una tendencia decorativa que vaya teniendo cada vez más protagonismo en los hogares.
Llega el sustituto de las islas de cocina
Desde el punto de vista estético, las islas de cocina y las mesas de comedor ofrecen un enfoque muy diferente, siendo las islas de cocina más imponentes gracias a sus superficies de mármol, piedra y materiales industriales, proporcionando así una mayor sensación de lujo y modernidad. Por su parte, las mesas de comedor aportan un ambiente más hogareño y acogedor, con acabados en materiales naturales.
Elegir entre ambas opciones dependerá en gran parte de las preferencias personales de cada familia y su estilo de vida, de manera que quienes dan prioridad a la estética más sofisticada y soluciones multifuncionales continuarán prefiriendo las islas de cocina, mientras que los que traten de disfrutar de un hogar con mayor intimidad y más acogedor, una mesa integrada puede ser la mejor solución.
Las islas de cocina son ideales para cocinas abiertas, donde el espacio no es un problema, ofreciendo de esta manera superficies adicionales para cocinar, comer y almacenar todo en el mismo lugar, además de la posibilidad de integrar en ella distintos electrodomésticos como la vitrocerámica o un fregadero, unas características que no se pueden igualar por las mesas. Además, también pueden funcionar como una barrera visual que delimita la cocina del resto del espacio de la cocina, principalmente en aquellas cocinas que están abiertas al salón.
Por otro lado, las mesas de comedor integradas en la cocina destacan por su versatilidad y sencillez, y es que no solo sirven para poder comer en ellas, sino que se pueden llegar a convertir en un lugar de juego o estudio para los niños, para socializar mientras se cocine o como espacio de trabajo. A diferencia de lo que sucede con las islas, las mesas no requieren un diseño a medida ni una instalación compleja, lo que hace que se convierta en una opción más asequible, además de disfrutar de una movilidad que permite que se pueda reconfigurar un espacio con facilidad para adaptarse a distintas necesidades y situaciones.
Ventajas y desventajas
Las islas de cocina tienen como principal ventaja su capacidad para maximizar el espacio de preparación y almacenamiento, pues al contar con cajones y armarios incorporados, permite disfrutar de espacio para tener todo a mano y facilitar la organización en la cocina. Sin embargo, el coste y el espacio requerido para su instalación son sus principales desventajas, que pueden llegar a jugar en su contra, además de quitar movilidad a la estancia.
En el caso de las mesas de comedor integradas, tienen como principal ventaja su simplicidad, siendo fáciles de incorporar en cualquier cocina sin que importe su tamaño, además de que su coste es notablemente inferior. A ello hay que sumar que aportan una sensación de calidez y de comunidad, con un diseño más rígido. Como inconvenientes, hay que hablar de que carecen de espacio de almacenamiento y que no se pueden usar como un área de cocina adicional, al no soportar instalaciones de agua o eléctricas, como sí sucede en el caso de las islas de cocina.
De esta forma, aunque las islas de cocina continuarán siendo una opción muy a tener en cuenta para todas aquellas personas que tratan de buscar funcionalidad y lujo, y que quieran disfrutar de una gran comodidad a la hora de cocinar (siempre que dispongan de una cocina de suficiente tamaño como para poder colocarlas), las mesas de comedor integradas están ganando cada vez más protagonismo en los hogares, convirtiéndose en una alternativa más funcional, económica y práctica para un hogar moderno y actual.
En todo caso, como ya hemos visto, cada una de las dos opciones tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que optar por una u otra dependerá tanto del espacio disponible como del estilo de vida, el presupuesto y las preferencias estéticas que pueda tener cada persona al respecto, aunque está claro que la mesa de comedor integrada promete ser la gran tendencia en las cocinas de 2025.