Cuando llegan los meses más fríos del año es el momento de equiparse bien para poder mantener el confort, siendo habitual que se recurra a complementos como los guantes, para muchos la mejor manera de poder mantener las manos calientes. Sin embargo, para quienes toleran muy poco el frío, hay un producto de Decathlon que es la mayor maravilla contra el frío y solo cuesta dos euros.
Este artículo no es una camiseta térmica, ni un gorro, ni un abrigo, ni tampoco una bufanda. Son bolsitas calientamanos y calientapiés, perfectas para actividades al aire libre, sobre todo en zonas con nieve, o para cualquier lugar con temperaturas bajas.
Para utilizarlas, solo hay que abrir la bolsa, amasarla ligeramente y esperar unos 10 minutos a temperatura ambiente. Si se activan bien, pueden durar hasta cinco horas proporcionando un calor constante y agradable.
Bolsita calientamanos.
Las bolsitas calientapiés Wedze de Decathlon son más grandes y calientan mejor que las de manos. Basta con colocarlas sobre los calcetines en los pies para combatir el frío de forma efectiva y cómoda.
Se venden en paquetes de 10 unidades por 6,99 euros, o en formato más grande de 30 unidades por 14,99 €, tanto para calientapiés como para calientamanos.
Cómo utilizar los calientapiés de Decathlon
Para usar de forma correcta los calientapiés WEDZE que vende Decathlon, que proporcionan hasta cinco horas de calor, se debe empezar por sacar el producto de su embalaje, lo que hará que se active en contacto con el aire a una temperatura de aproximadamente 20 °C. Si se está a 2.000 metros de altitud o a 0 °C será necesario soplar varias veces sobre el calientapiés para que se active.
Una vez que esté bien caliente, tras 10 a 15 minutos, habrá que retirar la tira adhesiva que incorpora y pegarlo sobre el calcetín, a la altura de los dedos, antes de colocarse el calzado. Hay que prestar atención a su colocación, siguiendo las instrucciones del fabricante.
Dado que están diseñados especialmente para ser colocados en los pies, no se deben pegar de forma directa sobre la piel ni sobre cualquier otra parte del cuerpo, además de evitar situarlos sobre el empeine y que tampoco se compriman. De igual forma, para un uso seguro no se deben colocar sobre mallas largas ni calcetines demasiado finos, ni usarlas con sandalias o botas de goma.
A pesar de que pueda ser una tentación utilizar los calientapiés para conciliar el sueño en la cama, no se deben usar durmiendo, ni tampoco usar dos calientapiés en el mismo pie, puesto que todas las anteriores son situaciones en las que podría implicar problemas para la salud de la piel. En cualquier caso, si se siguen las instrucciones y precauciones de uso, son totalmente seguros. No se recomiendan para niños menores de 12 años.
Estos calientapiés están diseñados para su utilización con tiempo frío, y debe evitarse usarlos cerca de una fuente de calor. Tampoco están pensados para actividades deportivas de gran intensidad, y deben evitarse si se produce sudoración. Ante cualquier signo de que se sienta demasiado caliente o se experimente enrojecimiento, irritación o algún otro tipo de problema o molestia, retirar.
Las ventajas de un calentador de manos y pies
Cualquier persona que trabaje o haga algún tipo de actividad con tiempo frío podría utilizar los calientamanos o calientapiés de Decathlon. Los primeros son de gran ayuda para cuidar unas manos que son una de las partes de nuestro cuerpo que más sufre como consecuencia de las bajas temperaturas, además de que son propensas a sufrir afecciones como sabañones, rojeces o dermatitis.
Entre las principales ventajas de usar este tipo de productos es que son fáciles de transportar de un lugar a otro, sin que sea necesaria ninguna fuente de alimentación para poder utilizarlo y recibir con rapidez ese calor que necesitas en tus manos o pies.
Se trata de una opción muy a tener en cuenta para todos aquellos que tienen que hacer frente al frío, pues ayuda a disfrutar de un mayor confort y salud en las extremidades, además de a evitar algunas afecciones.
Cómo funcionan los calientamanos
Hay quienes se preguntan acerca del funcionamiento de este tipo de productos, que habitualmente despiertan mucha curiosidad por ser capaces, sin ningún tipo de energía eléctrica ni pilas, de calentar de forma inmediata y durante un periodo de tiempo considerable. De hecho, pueden ser un gran aliado en casos de emergencia.
Estos son pequeñas bolsas en cuyo interior se encuentran una serie de ingredientes, generando el calor por la oxidación del polvo de hierro. Los ingredientes se mezclan en un granulado que reacciona con el oxígeno, encargándose el suave tejido rellenado con el granulado, de regular la entrada de oxígeno.
Entre sus ingredientes habituales se encuentran el carbón vegetal, cuya gran superficie se usa como catalizador y acumulador de calor; polvo de hierro, que se oxida durante la reacción con el oxígeno, proporcionando calor; y sal y agua, que funcionan como catalizadores para que se produzca la reacción química necesaria para que se active y se genere calor.