La factura de la luz se ha encarecido notablemente en los últimos meses y no para de subir en España. Pese a que, en ciertas ocasiones, parece que baje y nos vaya a dar un respiro, la verdad es que luego vuelve a subir y no acabamos por notar nada en las facturas que nos llegan a final de mes o cada dos meses.
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Por ello, resulta fundamental buscar maneras en las que poder gastar menos, ya sea asilando mejor las viviendas o bien regulando el uso de electrodomésticos y su potencia. Ahora que el tiempo ya ha cambiado, algo que preocupa mucho a las familias es la calefacción y, en especial, los calefactores: no solamente son uno de los elementos más usados para mantener el calor en casa, sino que también son unos de los que más consumen.
¿Cuánta luz consume un calefactor eléctrico?
Si te estás haciendo esta pregunta es porque utilizas un calefactor para calentar tu casa o porque estás pensando en comprarte uno de ellos. Pues bien, debes saber que el consumo de este aparato es bastante variable en función de su potencia, así como del tiempo que lo tengas encendido. Para tener una referencia, los consumos estadísticos son los siguientes:
- Consumo de calefactor entre 1200-1500 w: 3,6 kWh
- Consumo de calefactor 2000 w: 6 kWh
- Consumo de calefactor 3000 w: 9 kWh
- Consumo de calefactor de más de 3000 w: 10,5 kWh
Como ves, el consumo varía mucho en función de la potencia, por lo que este dato es el primero que debes tener en cuenta a la hora de comprar uno de estos aparatos.
¿Cómo reducir el consumo por el uso de un calefactor?
Si tienes un calefactor viejo en casa, debes saber que consume bastante, ya que es algo habitual en los aparatos y electrodomésticos antiguos. Por ello, deberías plantearte comprar uno de nuevo: su funcionamiento está más optimizado, por lo que pueden dar el mismo rendimiento que el que tienes en casa gastando mucho menos.
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Clasificación energética del producto
Lo primero en lo que debes fijarte cuando vayas a comprar tu calefactor nuevo es en su clasificación energética. Como ya sabes, todos los electrodomésticos y otros aparatos eléctricos vienen con una etiqueta de consumo en la que se refleja su rendimiento en varias categorías diferentes: A, B, C, D, E, F y G.
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Los electrodomésticos macados con las letras A y B son aquellos que nos ofrecen un nivel de eficiencia más elevado y se identifican rápidamente gracias al color verde con el que se marcan. Por otro lado, los aparatos marcados con las letras C, D y E y acompañados por los colores verde claro, amarillo o naranja claro son los que tienen un consumo moderado.
Por último, los electrodomésticos y aparatos de alto consumo van marcados con las letras F y G y del color rojo. Como ves, siguiendo esta clasificación, ya tienes una idea de cuál es la mejor opción de compra entre las que estás manejando.
Ficha técnica del calefactor
Otro aspecto que debes tener en cuenta y valorar antes de hacer la compra de tu calefactor es su ficha técnica. En este documento, se especifican todos los datos relacionados con este aparato como puede ser la fuente de calor y el termostato.
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Cuando hablamos de la fuente de calor, estamos hablando de cómo genera el calor el calefactor. Hay dos fuentes de calor: la bomba de calor o el sistema de horno. La bomba de calor funciona calentando el aire presente en el hogar. Por otro lado, el sistema de horno funciona mediante la quema de un combustible para generar calor. Este combustible puede ser petróleo, propano o gas natural. En el caso de los calefactores, estos convierten la electricidad en calor.
En el caso del termostato, estamos hablando de aquellos productos que disponen, o no, de un sistema de apagado automático cuando se ha llegado a la temperatura deseada o de inicio cuando la temperatura ambiente cae por debajo de lo que se haya especificado. Los calefactores, pues, que disponen de termostato suelen consumir menos, ya que regulan su funcionamiento. Además, son mucho más cómodos, puesto que no necesitamos estar pendientes de ellos todo el rato.
¿Cómo ahorrar en calefacción con un calefacto eléctrico?
Además de tener en cuenta los datos que te hemos dado, también debes saber que existen otros métodos con los que puedes reducir el consumo de calefacción.
Lo primero es aislar todas las puertas y ventanas del hogar. La mayoría de los hogares son poco eficientes por este problema de aislamiento. El aire frío del exterior se filtra por las pequeñas ranuras, lo que hace que nuestra calefacción deba estar constantemente trabajando. Así pues, aislar las ventanas y las puertas es el primer paso si queremos reducir nuestro consumo.
Otro aspecto a tener en cuenta es la temperatura a la que ponemos la calefacción. De acuerdo con los expertos, tener la calefacción por encima de los 21 grados eleva el consumo hasta un 30 % más. De este modo, han llegado a la conclusión que la temperatura debe estar entre los 19 y los 21 grados.
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Por último, hay otros factores que también ayudan a reducir el consumo, tales como el tiempo que usamos la calefacción: este no debería ser superior a 12 horas. Como veis, hay pequeños truquillos que nos pueden ayudar a ahorrar, y bastante, en nuestra factura de la luz cuando hablamos del uso de la calefacción.