Más allá de asignaturas, de actividades extraescolares, del profesorado, de la ubicación o de los horarios, hay un aspecto esencial a la hora de escoger un colegio para nuestros hijos que no se tiene tan en cuenta. Y no está ligado a la educación y la formación, sino a la propia salud y desarrollo de los niños. Un buen comedor escolar es necesario para educar el paladar y despertar la curiosidad por una alimentación saludable, pero, ¿cómo se escoge un buen comedor?
“Los padres cada vez se muestran más preocupados por la alimentación de los más pequeños en los centros escolares y cuando dejan a sus hijos en el comedor siempre les asaltan las preguntas de si comerá bien o si le gustará”, opina Martín Goldman, chef asesor de Brains International Schools, un grupo educativo con 5 centros en toda España. “Sin embargo, más allá de fijarnos en la presencia de alimentos percibidos como saludables, como frutas y verduras, en los menús debemos fijarnos en ciertos detalles que marcan la calidad del comedor escolar”, añade el experto en nutrición.
Aprovechando este 28 de mayo como el Día Mundial de la Nutrición, el grupo educativo ha elaborado un decálogo para elegir de manera correcta un comedor escolar, en el que plantean las cinco preguntas imprescindibles para abordar esta elección.
1. ¿Quién es el responsable de elaborar el menú? Según este experto, lo ideal es encontrar un chef que combine conocimientos en nutrición, en comida mediterránea y que esté especializado en cocinar para niños. "Lo ideal es conocer de primera mano a estas personas protagonistas y sentir su entusiasmo y dedicación, ya que si no conectamos con esa pasión, difícilmente acabará en el plato", explica.
2. ¿El menú incluye comida real? En esta pregunta, el chef hace referencia a la incorporación de productos no procesados, o con un procesamiento mínimo, como el yogur o los pescados congelados. Pero, en cualquier caso, se debe huir de los productos ultraprocesados, que suelen responder a "comidas complacientes" para niños, como por ejemplo san jacobos, croquetas o prefritos. "Cuanto más fresco, de temporada, integral y ecológica sea la cesta de la compra del colegio, más se asegura la ingesta de productos de alta calidad nutricional", considera Martín Goldman.
3. ¿Cómo potencian los sabores? En cocinas para las que se trabaja para un gran número de comensales, como lo son los comedores escolares, es difícil esquivar potenciadores como el glutamato monosódico (o sal) en grandes cantidades. Sin embargo, el chef apunta a otros potenciadores saludables y naturales, como lo son las especias. "El paladar de niños y mayores está hoy en día atrofiado por un uso indebido de aditivos como potenciadores del sabor, azúcares y aromas artificiales. Conseguir recuperar un sentido real y ordenado de los sabores y olores, recuperar lo genuino, es una tarea de la que todos somos responsables", opina.
4. ¿Qué tipo de aceite utilizan? A pesar de que el aceite de oliva es la mejor opción para cocinar, su precio lo relega muchas veces a un segundo plano, siendo sustituido por otras opciones más baratas y menos saludables. Puede darse, tal y como asegura Goldman, que un comedor escolar utilice distintos tipos de aceite. Por ello, el experto aconseja "conocer si el uso del aceite de oliva se realiza de forma esporádica o en la mayoría de las elaboraciones".
5. ¿Qué control de intolerancias y alergias hace el comedor? Para las personas que sufran algún tipo de intolerancia o alergia, esta pregunta siempre será la primera. Sin embargo, no debería ser menos importante para las personas que no las sufren, ya que se pueden desarrollar con el paso del tiempo. Por ello, es "importante conocer el manejo y las precauciones que el comedor toma para evitar posibles problemas", según opina el experto nutricional. Cree que es necesario que los menús de los niños alérgicos no sean muy distintos a los del resto, con el objetivo de que no se sientan discriminados. Además, concluye que " Lo ideal es que se cocine para todos con la menor cantidad de alérgenos posibles".