La Fundación Universidad Camilo José Cela y la Fundación Mujeres por África han presentado este jueves los resultados del proyecto Sabias de Kakuma. Un programa de formación pedagógica pionero en España dirigido a las mujeres que trabajan como profesoras en uno de los mayores campos de refugiados, el de Kakuma, con el objetivo de impulsar la calidad de la formación que reciben los menores refugiados y la apertura de oportunidades para las propias profesoras.
Rehema Sango, Martha Korok y Elizabeth Kitulo son tres de las más de 150.000 personas que viven en el campo de refugiados de Kakuma, uno de los mayores del mundo, situado al norte de Kenia. Allí trabajan como profesoras en tres de las 26 escuelas en las que estudian los menores de este campo, que cuentan con un ratio de 100 alumnos por clase.
El campo de refugiados de Kakuma cuenta con 21 escuelas de primaria y 5 de secundaria, con tasas del 96% de éxito académico, las más altas del condado keniano. El desafío actual en Kakuma es aumentar la tasa de matriculación en la educación secundaria, que ahora está solo en el 2%.
Nieves Segovia, en la apertura del acto, ha confirmado que este proyecto tiene continuidad y que pretende contar con más profesoras en el futuro. La presidenta de la Institución Educativa SEK —grupo educativo al que pertenece la Universidad Camilo José Cela—, ha dicho que “uno de cada cinco niños no tiene acceso a la educación” y ha hecho una llamada a la necesidad de educar en la profesión docente. “Necesitamos 70 millones de profesores en el mundo en los próximos 10 años para llegar a todos los niños”.
Las tres mujeres, de entre 20 y 31 años, han participado en el proyecto Sabias de Kakuma, un programa de formación académica de tres meses en la Universidad Camilo José Cela que han completado con su aplicación práctica en el Colegio Internacional SEK El Castillo.
“El 88% de los profesores en Kakuma son refugiados, solo un 10% son mujeres, y el 80% no tienen formación”, ha explicado Elizabeth Kitulo. Rehema, por su parte, ha explicado en qué ha consistido la formación que han recibido sobre educación, comunicación, tecnología, español o salud, en un programa transversal diseñado por la UCJC.
Finalmente, Martha ha hablado sobre las técnicas de aprendizaje colaborativo, la filosofía de centralidad del alumno como responsable de su propio aprendizaje, las metodologías activas y grupales y cómo han aplicado sus conocimientos con los alumnos y profesores en el Colegio Internacional SEK El Castillo.
Solo un 63% de escolarizados
La Universidad Camilo José Cela, a través de su fundación, ha becado a las profesoras con este programa de formación, un plan de apoyo e integración, soporte económico para traslados, alojamiento y manutención durante su estancia en España y con un plan de seguimiento y valoración psicosocial y emocional, dada su condición de refugiadas.
Por su parte, María Teresa Fernández de la Vega, presidenta de la Fundación Mujeres por África, ha dicho en su intervención que “en los campos de refugiados solo está escolarizado el 63% de los niños, frente al 91%, que es la media mundial. Por todo esto, sabía que teníamos que apostar por la educación y hacerlo de la mano de las mujeres, de las maestras”. María Teresa Fernández de la Vega visitó Kakuma en noviembre de 2017 con el fin de conocer de primera mano el entorno para el que se diseñaba el proyecto.
La Universidad Camilo José Cela, a través de su fundación, responde a los valores de solidaridad, tolerancia y respeto a la diversidad cultural, económica y social en los que la Institución Educativa SEK y la Universidad Camilo José Cela quiere formar a sus alumnos.
En el cierre del acto, Emilio Lora-Tamayo, rector de la Universidad Camilo José Cela, ha reivindicado la importancia de este tipo de iniciativas, pues “más de 14.000 niños huérfanos llegaron a Kakuma buscando bienestar. No tener acceso a la educación es una injusticia, y por eso tienen tanto mérito sus profesores”, y ha aludido al aprendizaje que este tipo de iniciativas, impulsadas por la Fundación Universidad Camilo José Cela, deja en los alumnos y profesores de la propia universidad.
El proyecto Sabias de Kakuma se une a otras iniciativas impulsadas por la Fundación Universidad Camilo José Cela, como el proyecto de cooperación con refugiados, Proyecto Integra, puesto en marcha en septiembre de 2016.