Tras dos meses de retraso, este martes 3.815 alumnos de Navarra iniciaron la EvAU del COVID-19. Una prueba insólita, atípica y marcada por las medidas higiénicas y de seguridad: entrada escalonada a las aulas y pabellones, separación de dos metros entre estudiantes, uso de mascarilla en todo momento salvo cuando se realiza el examen y desinfección de mesas. Medidas que han implantado en la comunidad foral a modo de prueba, al ser la primera, y que después se replicarán en otros territorios para garantizar la protección de los futuros universitarios.
Salvando estas diferencias con años anteriores, lo que más preocupaba a los estudiantes, como cada año, era el contenido de los exámenes de acceso a la universidad. En la primera de las cuatro jornadas, los alumnos navarros se examinaban de Lengua Castellana y Literatura, Historia de España y Lengua Extranjera, que podía ser Inglés, Francés o Alemán. ¿Tendría la misma complejidad que el año anterior? ¿Sería más fácil? ¿Tendrían en cuenta las circunstancias de la pandemia y flexibilizarían el examen?
Para comprobarlo, EL ESPAÑOL ha contactado con la Doctora y Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, Raquel Hermosilla, que con los exámenes de Lengua y Literatura de la anterior convocatoria y de 2020 sobre la mesa, ha comparado las diferencias que hay entre ambos. El resultado, según la experta, es que la prueba de este año es mucho más "asequible" que en el resto de convocatorias, "tiene más libertad de elección" y por tanto "mayor probabilidad de éxito para el alumno".
El examen
Anteriormente a esta prueba, el alumno debía elegir entre una opción u otra y contestar a la batería de presuntas que estaban adjudicadas a cada opción. Por ejemplo, en el examen de 2019, el estudiante podía elegir entre el texto llamado Violencia, de Ángel S. Harguindey y contestar a las preguntas de comprensión e interpretación del texto y al comentario, además de contestar a una pregunta de opinión crítica y otra de literatura; y el texto Contra las mamarrachadas con los platos, de Jordi Luque, y al igual que en la anterior prueba, contestar a las cuestiones relacionadas y a otra distinta de literatura.
Sin embargo, ahora "pueden elegir elegir un texto u otro de cada opción, como antes, pero tienen más libertad de elección entre las cuestiones planteadas, independientemente de si pertenecen a la opción A o la opción B", sostiene la profesora de Secundaria y Bachillerato de Lengua y Literatura española en el Brains International School de La Moraleja.
Este año, los alumnos tenían que elegir entre Las malas buenas noticias, de Manuel Jabois, y El dilema del diablo, de Javier Sampedro. El primero trata de la muerte (feliz) previa a la pandemia de la abuela del autor y el segundo de la propagación de la polio en África una vez se ha frenado su vacunación a razón del coronavirus.
Éxito asegurado
"Aquí encontramos una gran ventaja de éxito", sostiene Hermosilla. Elijan el que alijan, deben indicar el tema, resumen y una cuestión de comprensión e interpretación sobre el texto escogido. "Ambas posibilidades son aceptables. A continuación, responden a una cuestión de carácter lingüístico entre cuatro posibles opciones, muy asequibles cualquiera de las planteadas, lo cual, de nuevo, facilita las posibilidades de éxito" en comparación con las pruebas de años anteriores.
En la tercera cuestión deben elaborar un texto de opinión crítica relacionado con uno de los textos planteados, con lo cual, vuelven a escoger independientemente del texto que han escogido para su análisis. "Como dato comparativo, en Madrid tienen que escribir esta opinión argumentada obligatoriamente ligada al texto del comentario escogido, es decir, no tienen libertad de elección", explica la Doctora en Filología.
Finalmente, en la cuarta pregunta, escogen entre tres cuestiones posibles (el año anterior era una por cada opción), una pregunta de contenido literario, "todas ellas relacionadas con las obras y autores estudiados... Es decir, variedad de elección, facilidad de éxito", insiste esta profesora.
Si algo ha quedado claro, según Hermosilla, es que este año la "prueba EvAU de Lengua en Navarra ha tenido en cuenta las insólitas y variadas circunstancias vividas por los alumnos, y les ha facilitado abiertamente la elección de preguntas en un amplio abanico de posibilidades...".
No obstante, esta profesora de Lengua no cree que estas facilidades por la situación actual se brinden igual en el resto de las Comunidades Autónomas. "Espero que, sobre todo, en el examen de Lengua, haya más libertad de elección y que los estudiantes se vean más favorecidos. Habrá que verlo. Quizá estos contrastes no se darían si las pruebas para acceder a las distintas universidades fueran iguales para todos independientemente de dónde vivan los estudiantes", sentencia esta filóloga.
Sin este virus, la selectividad de 2020 habría sido una más, pero las normas de seguridad (distancias, mascarillas, hidrogeles, múltiples espacios...), los meses confinados en casa y la nueva estructura del examen han hecho que esta prueba sea única y más fácil. Algo que tal vez no se vuelva a repetir jamás en la historia educativa.
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Prueba de Lengua Castellana y Literatura en 2020