Para ser docente ya no hará falta tener el máster de Secundaria, ni tampoco el antiguo certificado de aptitud pedagógica (CAP). Ambos títulos eran indispensables para dar clase en cualquier centro escolar hasta este jueves. Cuando la ministra de Educación, Isabel Celaá, anunció que durante este curso se flexibilizarían estos requisitos con el objetivo de dar respuesta a las comunidades autónomas a las que se les ha acabado la lista de susticiones y con ello, no han podido cumplir con el refuerzo de profesores necesario ante el coronavius.
Los colegios, cumpliendo con las medidas recomendadas por el Ministerio de Sanidad, han dividido sus grupos para bajar la radio de alumnos y, por tanto, necesitan más docentes. Las autonomías han previsto contratar a cerca de 30.000 profesores más, pero lo cierto es que faltan otros 40.000, según los sindicatos.
Así, con esta medida extraordinaria y que solo se mantendrá durante este curso a razón de la Covid-19, se podrán nombrar docentes a personas sin ese máster pero con el resto requisitos fijados, es decir, con una titulación. No obstante, todavía quedan muchas incógnitas por despejar. La primera es cómo va a ser el procedimiento para que, por ejemplo, graduados en Historia, Física o Matemáticas, puedan optar ahora a ser profesores. ¿A dónde deben acudir? ¿Qué probabilidad hay de que consigan el puesto? ¿Cuáles son las especialidades que más se van a demandar? ¿Se trata solo de centros públicos o también concertados y privados?
Antes de responder a estas cuestiones, el primer paso es que este cambio normativo en los requisitos para ser docente sea aprobado por el Consejo de Ministros. Algo que sucederá en los próximos días. Según ha precisado Celaá esta nueva modificación se aplicará a la mayor brevedad posible, teniendo en cuenta la demanda urgente de las distintas comunidades autónomas.
Pasos a seguir
El siguiente, según detallan desde Educación a EL ESPAÑOL, dependerá directamente de las regiones que soliciten docentes en sus centros. Las comunidades autónomas serán las encargadas de la gestión y contratación de este personal. De este modo, habilitarán un mecanismo web para que todos aquellos que quieran disponer de dicha plaza puedan enviar su curriculum. Según precisa el ministerio, una misma persona podrá solicitar varias vacantes en distintas regiones para que tenga más posibilidad de conseguir el puesto.
Para alcanzar esa plaza, como ha señalado la ministra, no será necesario tener el máster de Secundaria, pero sí será necesario que se agote la bolsa de interinos —aquellos que se presentaron a una oposición, pero no obtuvieron plaza— en esa región. Es decir que, en todo momento, tendrá prioridad aquella persona que tenga una tituación y su máster habilitante. Una vez ocurra eso, el resto podrán solicitar su plaza.
Digamos que si, por ejemplo, la Comunidad Valenciana oferta 2.300 plazas y hay 2.000 titulados con máster, estos últimos tendrán preferencia. Mientras que las otras 300 plazas serán para aquellos que solo tengan la titulación.
Ingeniería y Matemáticas
Las mayoría de las plazas que demandarán las comunidades autónomas serán para la enseñanza pública en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, pero también las habrá para centros concertados y privados, aunque en menor medida. Por otro lado, la duración del contrato en dicho centro, según precisan desde Educación, debería ser de un curso completo. No obstante, quien tiene la última palabra en este caso es la comunidad autónoma, que se encarga de gestionar los contratos.
Los que más posibilidades tendrán de conseguir el puesto serán aquellos que estén graduados en Matemáticas o en Ingeniería. Según asegura el responsable de Educación de CSIF, Mario Gutiérrez, prácticamente todas las CCAA van a solicitar docentes para impartir asignaturas relacionadas con dichas carreras. El déficit de docentes en estas áreas, no obstante, no es algo nuevo, sino algo que el sistema educativo lleva arrastrando durante varios años.
"Hay muy pocos graduados universitarios en estas materias. La Unión Europa (UE) se lo ha advertido a España en innumerables ocasiones. Ahora, con la división de los grupos por la Covid-19 la demanda es aún mayor. La oferta educativa para estos graduados es muy poco atractiva. En Lengua y Literatura, por ejemplo, no hay este problema. Hay muchos que estudian Periodismo o Humanidades...", concluye Gutiérrez.