Si abro la ventana de clase los niños pueden coger una pulmonía y Covid si la cierro: dilema en el cole

Ventanas abiertas para que se renueve el aire de las habitaciones. Dentro de los espacios cerrados, esta es la recomendación más extendida para sortear un aumento de contagios por la Covid-19. Se trata de un consejo que colegios e institutos llevan a rajatabla. Sin embargo, con la llegada de la primera ola de frío de 2021 y las últimas nevadas de la mano de Filomena, ha comenzado el dilema: abrir las ventanas para evitar el coronavirus o cerrarlas para no congelar a los alumnos. O, lo que es lo mismo: exponer a los niños a temperaturas bajo cero en las aulas o al nuevo virus.

No es la primera vez. Este debate comenzó con la entrada del otoño. Algunas Comunidades Autónomas establecieron decálogos sobre cómo actuar dentro de las aulas. Se pedía a los niños que fueran con gorros, guantes e incluso mantas a los centros de docencia. Todo para soportar el frío que pudiese entrar por unas ventanas que debían permanecer abiertas casi por obligación.

Había una solución factible, pero finalmente no se dio. La solicitaron los sindicatos y algunas asociaciones de madres y padres de alumnos. Contemplaba dotar a los centros de filtros de aire, evitando así tener que abrir las ventanas cuando fuera de la clase las temperaturas rozan los cero grados. Sin embargo, esta solución no es ni de lejos la más común. Sólo unos cuantos centros en toda España gozan de este privilegio.

Pero ahora ya no es otoño, es invierno, y el frío es mayor. Aunque el temporal de nieve ya ha quedado atrás, esta semana habrá una ola de frío extremo en España y se espera que los termómetros bajen de los cero grados en bastantes puntos del interior de la Península. Esto hace que haya comenzado el debate entre profesores y padres de alumnos: ¿Se debe volver a clase en estas condiciones o hay que retrasar la vuelta a la semana que viene?

Vuelta a clase tras Navidad

Este debate se reabre justo después de la llegada de la borrasca Filomena a la Península, mismo momento en el que los alumnos debían volver a clase. A esto hay que sumarle que, tras el paso del temporal, España se enfrenta a una ola de frío extremo. El debate no es, por lo tanto, agua de borrajas. 

Lunes y martes, los niños de Madrid, Aragón y Castilla-La Mancha han suspendido todas las clases. El motivo: el temporal de nieve. Pero el miércoles recuperarán la normalidad.

Al menos, eso es lo que se estipuló durante el fin de semana. En la mañana de este lunes, ya han sido varias las voces que se han pronunciado a favor de retrasar la vuelta al colegio en Madrid y Castilla-La Mancha tras las vacaciones de Navidad. El temporal ha dejado algunas instalaciones dañadas en la capital.

El alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, apuntó que debe ponerse sobre la mesa el retraso de la apertura "algún día más". Por su parte, el consejero de Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, señaló en TVE que aún es pronto para tomar cualquier decisión. En todo caso, habrá que ver si los trabajos de limpieza que se están llevando a cabo permiten la circulación de autobuses este miércoles por la capital.

José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso en imagen de archivo. EFE

Asimismo, en Castilla-La Mancha, donde los termómetros podrían alcanzar los -13 grados en algunos puntos estos días, estarán igualmente pendientes de la evolución de la situación. El retraso de la vuelta a las aulas un día más dependerá de si se logra o no retirar el hielo de las vías públicas.  

Castilla y León, por su parte, ha suspendido la docencia en las provincias de Ávila y Soria. También en algunas zonas rurales de Segovia, Palencia, Zamora y Valladolid. La normalidad se recobrará mañana martes, puesto que la suspensión sólo estará hoy lunes en vigor. 

El resto de Comunidades Autónomas han mantenido su calendario escolar. Llamativo ha sido el caso de La Rioja. Mandaron encender las calefacciones de los colegios el pasado sábado para que las clases tuvieran una temperatura óptima durante el regreso de los alumnos.

Extremadura: caso llamativo

También es llamativa la situación en la que se encuentra Extremadura. La Consejería de Educación extremeña ha tomado una medida extra para que los alumnos no pasen demasiado frío en clase. Lunes, martes y miércoles, los menores de Infantil y Primaria entrarán al colegio a partir de las 10 horas. Es decir, se saltarán la primera clase. El objetivo es conseguir que las clases alcancen lo que se conoce como 'confort térmico'.

Cabe recordar que esta medida no se ha tomado en los institutos ni las universidades. Estos centros han retomado su actividad de forma telemática por el incremento de casos que se han vivido en los últimos tiempos en la región.

Habrá que ver la evolución de la pandemia para ver cómo se establecen las medidas oportunas en el futuro.

Recomendaciones

Distancia social, grupos reducidos, mascarilla y ventilación continua. Fueron las cuatro recomendaciones del Ministerio de Educación para los colegios e institutos a principio de curso. 

Interior de un colegio en Madrid. Efe

Desde la Comunidad de Madrid enviaron a los centros también un decálogo extenso de medidas. En el mismo se establecía la ventilación de las aulas cada 15 minutos. 

Todo ello era factible hasta estos momentos, cuando los termómetros estarán desplomados.

Ya en el primer trimestre, los padres decidieron abrigar más a sus hijos. Miguel Ángel Domínguez, profesor del colegio King's Intant School Chamartín, contaba en noviembre a EL ESPAÑOL cómo había cambiado la vestimenta de sus alumnos con respecto al curso anterior.

"[Los padres] los traen bastantes más abrigados, llevan varias capas: camiseta interior, camiseta, jersey, calcetines de lana... Con la calefacción se compensa, pero con la ventana abierta siempre hay corriente. Veremos qué pasa cuando venga el frío", estimaba hace unos meses Domínguez.

Ahora, el frío ha llegado. Este lunes no se espera que los termómetros pasen de los 10 grados en ningún punto de la Península Ibérica. Podrían batirse récords históricos de temperaturas mínimas en este primer mes de 2021. La vuelta al colegio podría dejar helado a más de uno.