La Universidad Camilo José Cela (UCJC) ha acogido este miércoles la primera jornada del esperado y necesario Global Education Forum (GEF), una serie de debates a nivel internacional en torno a la cuestión de la educación universitaria. Y, como adelantó a EL ESPAÑOL la pasada semana Emilio Lora-Tamayo –rector de la universidad–, en este primer día se han puesto sobre la mesa “los desafíos y las oportunidades que la educación superior tiene ante el cambio de paradigma actual”.
La plataforma que ha posibilitado este GEF fue creada hace 10 años, pero ha sido con la pandemia por coronavirus cuando se ha acelerado el proceso. Así, los últimos 20 meses fueron de intenso trabajo para el centenar de expertos internacionales que formaron el 'think tank' (grupo de reflexión) y cuyas conclusiones se recogen en el Manifiesto: 12 puntos que sintetizan las conclusiones sobre cómo tiene que ser la universidad del futuro.
Por tanto, no es de extrañar que el Campus de Almagro de la UCJC se vistiese hoy de gala para la inauguración de un evento tan esperado. A cinco minutos de que tuviera lugar la apertura, el revuelo y los nervios se podían notar entre los estudiantes que esperaban en la puerta para poder entrar. En total, había más de 4.000 personas siguiendo el GEF de forma online gracias al sistema de traducción simultánea habitilado por la organización.
Para Nieves Segovia, una de las mayores expertas en innovación educativa y Presidenta de la Institución Educativa SEK y la Universidad Camilo Jose Cela-UCJC, el hecho de que se pudiese seguir en línea era clave: “El nuevo entorno digital permite cosas que no podíamos hacer antes, como este encuentro, que no hubiera tenido mucho sentido en un auditorio de 4.000 personas, y menos personas de 50 países que muchos no habrían podido venir”.
Más que un foro
Otra de las cuestiones que han quedado patentes este primer día es que el GEF no es el final sino el principio. Se busca que se unan a este proyecto tanto universidades públicas como privadas con el objetivo de afrontar las necesidades de las nuevas generaciones. Es decir, no es un foro puntual ni local.
De hecho, una de las grandes apuestas de la UCJC ha sido escuchar las aportaciones de los alumnos: “No es un debate de la universidad para la universidad como sucede a menudo en congresos científicos, sino que es un debate desde la universidad hacia el conjunto de la sociedad”, cuenta Segovia a EL ESPAÑOL. Eso explica que, de los más de 100 expertos que van a intervenir en el foro, haya profesores innovadores y personas de otros ámbitos.
La voz de los alumnos, por tanto, ha tenido importancia durante la sesión. No en vano, ha sido Zaynab Berriche, una chica argelina representante de la Comunidad de Estudiantes de Movilidad Internacional, quien ha tomado la palabra en primer lugar. En su discurso, ha hecho hincapié en que el foro da la oportunidad a los estudiantes a participar en el debate sobre las cosas que deberían cambiarse y cuáles son las soluciones.
Para reflexionar sobre esto, la UCJC puso en marcha un Hackathon en el que han participado 1.000 alumnos de 22 de las mejores universidades y escuelas del mundo. 13 universidades consiguieron pasar de ronda hasta que solo han quedado las dos finalistas. El viernes se conocerán los resultados de este Hackathon, pero como ha adelantado Jennifer Cuesta, una de las estudiantes que ha participado, han debatido sobre cuestiones como “los tres aspectos que la universidad debería eliminar, los tres que debería mantener, etc”.
Lograr la excelencia
El GEF ha contado con la presencia de una las voces más reconocidas internacionalmente en la materia: Richard Light, profesor en Harvard y autor del best-seller Making the most of college: students speak their minds. En su intervención ha explicado un experimento que él mismo realizó con sus alumnos y que puede arrojar luz sobre cómo será la universidad del tercer milenio.
Su proyecto consistió en convertir los exámenes en experiencias de aprendizaje. Para conseguirlo, Light dedicaba los dos primeros tercios del examen a que los alumnos respondieran las preguntas de forma tradicional; es decir, que volcasen ahí todo su conocimiento. En el último tercio, Light dejaba que los estudiantes discutiesen las respuestas con sus compañeros y las cambiasen en el tiempo restante: “Esto no consigue solamente subir las calificaciones, sino que convierte la experiencia del examen convencional en una experiencia donde los estudiantes aprenden de verdad”, explica este profesor de Harvard.
Light ha atendido a EL ESPAÑOL y, con su didactismo habitual, ha contado que esta metodología nace “de la época en la que iba a la universidad, donde se nos exigía hacer las tareas individualmente porque trabajar en grupo se consideraba copiar”. Sin embargo, las nuevas metodologías recomiendan que los estudiantes trabajen en equipo porque esto permite un aprendizaje más profundo y transversal.
Las metodologías que cuenta Light encajan a la perfección con lo que se busca en este foro y que está resumido en los cuatro pilares que se tratarán en la sesión del jueves: emprendimiento, bienestar, impacto social y digitalización. Como ha contado Bruno Zepeda, rector de la Universidad Tecmilenio, "no solo se trata de preparar al estudiante para el trabajo, sino también para su vida".