Becas para estudiar sin barreras
Gracias a las ayudas específicas para las personas con discapacidad, muchos estudiantes pueden acceder a la educación superior y conseguir mejores oportunidades laborales.
26 abril, 2022 02:58“Mi mamá me educó para que hiciera todo lo que quisiera, aunque fuera complicado”, cuenta Gabriela Juárez, una estudiante de doctorado con una historia muy particular. En su caso, dicha complejidad reside en una discapacidad física, a causa de una artritis hereditaria que desde pequeña le impide la movilidad de varias articulaciones. Vino a España a continuar sus estudios universitarios desde Nicaragua, donde muchas veces “las personas con discapacidad no salen de casa, no estudian ni pueden trabajar”, declara.
Gabriela cruzó el océano para hacer un máster en Inteligencia Artificial en la Universidad Politécnica de Valencia, en 2016, tras finalizar el grado en Ingeniería de Sistemas en su país natal. Pero para alguien que llega a un nuevo país, hacerse un hueco y adaptarse no es sencillo sin los medios suficientes. “Después de terminar el máster, mis tutores me motivaron para hacer el doctorado”, cuenta Gabriela. Aquí llegó un nuevo revés, pues los jóvenes investigadores en nuestro país dependen en gran medida de becas y otras ayudas para realizar sus trabajos.
Ella es beneficiaria de las becas FPU (Formación de Profesores Universitarios), una de las ayudas más prestigiosas de nuestro país para investigadores. Pero estas ayudas públicas conllevan una cuantía “bastante modesta para vivir con los precios de ahora”, explica Gabriela. Los gastos que implica su discapacidad, además de la ayuda que presta a su familia en Nicaragua con este salario, hacen que este no sea suficiente.
Como muchos otros estudiantes, Gabriela recurrió a otras becas, en concreto a las que ofrece Fundación Universia, de Banco Santander, que lleva recibiendo de forma consecutiva desde 2019 para poder continuar con su trabajo como investigadora. Según cuenta, “me ha ayudado muchísimo porque aquí no tengo familia, estoy alquilando un piso sola y no me llegaba con todos los gastos de la discapacidad”. Las terapias para aliviar los síntomas de la enfermedad o los problemas a la hora de usar transporte público y tener que recurrir a alternativas como el taxi siempre eran un gasto extra a fin de mes.
“Con la primera beca me dieron la oportunidad de invertir en un mejor equipo: me compré un computador y algunas cosas para adaptar el escritorio. Me ha permitido acceder a productos y servicios a los que yo no hubiera podido de no tener esa beca”, asegura Gabriela. También este año “me compré una nueva graduación de gafas”, cuenta, pues su visión había empeorado en los últimos años a causa de pasar tantas horas delante del ordenador.
En el caso de Gabriela, las becas que ha ido recibiendo a lo largo de estos años son las que le ha permitido seguir estudiando. Es un relato frecuente en los estudiantes con discapacidad, que no siempre disponen de las mismas ayudas y oportunidades para acceder a estudios superiores. Para Gabriela, las becas de Fundación Universia “ayudan a reducir el sesgo y te permiten acceder a herramientas que para mí serían más difíciles de conseguir”.
Si esta diferencia es palpable en España, donde solo el 1,5% de los universitarios son estudiantes con discapacidad, en su país de origen, cuenta Gabriela, la desigualdad era mucho más acuciante. “El país no está adaptado para personas con discapacidad. Durante el tiempo que hice la carrera la única persona con discapacidad era yo y tenía clases desde las 7 de la mañana a las 7 de la tarde, subiendo y bajando escaleras, entonces tenía crisis de artritis muy frecuentes”. Aun así, logró la mejor nota de su promoción.
Acabar con este tipo de barreras es uno de los objetivos de la Fundación Universia, entidad privada sin ánimo de lucro, impulsada por Banco Santander a través de Santander Universidades, para facilitar la empleabilidad, el progreso y el acceso a la educación a los jóvenes. Para ello, trabaja desde hace más de quince años poniendo en marcha diversos programas de ayudas: hasta ahora se han concedido becas a más de 3.000 estudiantes universitarios con discapacidad.
La presencia de perfiles diversos, tanto en el ámbito educativo como en el laboral, ha demostrado grandes beneficios a la hora de aportar valor a los equipos, que son más productivos, más creativos y más eficientes. Estos perfiles diversos son el reflejo de la sociedad actual, que cambia constantemente y tiene que saber adaptarse. Ahora bien, que todos estos perfiles tengan las mismas oportunidades de progresar es todavía una tarea pendiente. Para ello, cuenta Gabriela desde su experiencia, hace falta “más inclusión y educación sobre cómo tratar a las personas con discapacidad”.
En este contexto, becas como las que Banco Santander otorga a través de Fundación Universia contribuyen a equilibrar la balanza, ayudando a crear ecosistemas diversos y colaborativos para mejorar la inclusión laboral de las personas con discapacidad. Su labor, para estudiantes como Gabriela, resulta de vital importancia, no solo por la ayuda económica sino por el acompañamiento que está recibiendo por parte de la Fundación. “Cuando acabe el doctorado me han dicho que me pueden ayudar a ponerme en contacto con empresas para encontrar trabajo. Es un apoyo que no me da siquiera la universidad. Tener el respaldo económico que me han dado ellos me ha ayudado a superar muchas situaciones a nivel personal, emocional, físico y profesional”.
Desde su puesta en marcha, Fundación Universia ha invertido más de 15 millones de euros y se han concedido más de 3.000 becas para impulsar la empleabilidad, el acceso, el progreso y la movilidad de estudiantes con discapacidad.