La educación es clave para formar a las personas del mañana. Se trata de un recorrido de larga duración en el que cada paso cuenta para alcanzar la excelencia a través del conocimiento. En paralelo al progreso que la ciencia y la tecnología han facilitado en tantos y tantos ámbitos, también en el campo de la educación se han incorporado métodos más eficientes, participativos y adecuados para impulsar el desarrollo de todo el potencial que tienen los menores.
Por eso, el apoyo de entidades como Fundación “la Caixa” a instituciones y proyectos que sirvan para promocionar este talento resulta trascendental para impulsar no solo a alumnos sobresalientes, sino para poner de manifiesto la utilidad de modelos de enseñanza pioneros y diferentes a los de antaño. Muchas personas cuyos hijos están en edad escolar en este momento recuerdan cómo, en sus tiempos, alcanzar buenas notas dependía de la capacidad de memorizar conceptos, a grandes rasgos.
Frente a este sistema, la Fundación “la Caixa” enarbola una propuesta educativa que pretende motivar al alumnado a través de la incorporación de las denominadas ‘4C', convirtiéndolas en la base de una educación diferente en las aulas. Se trata del pensamiento crítico, la creatividad, la colaboración y la comunicación. Son pautas que persiguen fomentar la argumentación y el entendimiento de las materias, de tal modo que los alumnos sean capaces de asimilarlas como una herramienta real para la resolución de los problemas que se le plantean.
En cuanto a la creatividad, el paradigma que propone la entidad supone una ruptura con esa anquilosada visión de la memorización de temarios. Frente a ello, se defiende la imaginación como precursora de la innovación, algo fundamental para desenvolverse en el mundo actual… y en el futuro. De la misma manera, la colaboración también es importante dado que saber trabajar con el que tienes al lado permite, en muchos casos, sacar lo mejor de cada uno en favor del proyecto común. Por último, el rasgo de comunicación presta especial atención al lenguaje como vehículo de ideas y conocimiento.
Estas cuatro virtudes que subyacen en el modelo de Fundación “la Caixa” se han agrupado bajo el lema ‘El mundo de mañana depende de la educación de hoy’. Es una propuesta que, además de centrarse en la manera de dotar a los docentes de las mejores herramientas para aplicar estos posicionamientos, también se quiere fijar en los alumnos que, al final, son los grandes protagonistas de este esfuerzo corporativo que enarbola la entidad.
Aprender "casi sin darse cuenta"
Aunque se trata de una apuesta de futuro, las bondades de esta filosofía ya son evidentes, por ejemplo a través del denominado The Challenge, una propuesta que busca implicar a los jóvenes de 3º y 4º de la ESO y Bachillerato en la búsqueda de soluciones a retos del futuro desde un punto de vista sostenible e innovador. El éxito de la convocatoria ha servido para poner de relieve la frescura, el talento y la motivación de los ‘worldshakers’, estos alumnos cuyas mejores propuestas han sido premiadas. Sus ideas han sido presentadas a la incubadora NEXT, donde pueden desarrollarlas e incluso llevarlas al mundo real.
Pero incluso sin necesidad de alcanzar el galardón, la aplicación de estos modelos marca la diferencia en las aulas. Puede que, para los alumnos, sea algo natural entender la enseñanza así, por lo que resulta significativo la reacción de los padres ante estas novedades. Fundación “la Caixa” se ha interesado por cómo viven ellos este cambio de paradigma respecto a lo que vivieron en su día: ya no hay memorización continua, ni materiales, ni libros, se aprende a exponer, a mejorar o a hacer proyectos con los que “se aprende casi sin darse ni cuenta por el camino”, resume una de las madres de uno de estos alumnos. Y, además, “le abren las puertas al ‘no fracaso’”, explica una familia, algo trascendental en la adolescencia, un momento vital en el que “enseguida se ve un fracaso como si se hundiera el mundo”.
Formar, educar y construir un mundo mejor es una de las aspiraciones de esta preocupación por una educación más completa que defiende la Fundación “la Caixa” como uno de sus pilares estratégicos. La entidad ha posicionado este ámbito como una de sus principales líneas de actividad ya que impulsa, desde 1982, diferentes iniciativas para promocionar el talento y una educación inclusiva en la que ningún alumno quede atrás por ningún motivo.
Toda este abanico de iniciativas se engloban dentro de EduCaixa, una marco de referencia para este ámbito en el la calidad en la enseñanza guía cada acción, implicando a alumnos, profesorado y la sociedad en su conjunto. Todo para que, como reza el lema de la fundación en este campo, el mundo del mañana sea mejor gracias a las personas que están en formación hoy.