Los estudiantes quieren más protagonismo en la Universidad y buscan más atención emocional

Los estudiantes son conscientes de la importancia que tiene su paso por la Universidad para configurar su futuro como personas y profesionales y desean tener un mayor control sobre sus aprendizajes y la función social de la Universidad.

Según la encuesta realizada por la Asociación K60 Espacios de Educación Superior a más de 1.500 estudiantes universitarios de toda España, los aspectos en los que se produce una menor satisfacción son: la participación en la vida universitaria, a la que se le da una importancia de 8,1 y en la que se produce una satisfacción de 5,9; y, sobre todo, la atención a sus necesidades emocionales y sociales, apartado que, con una importancia de 8,3, obtiene una satisfacción que no llega al cinco sobre diez.

El observatorio de la Asociación K60 Espacios de Educación Superior (ESdeES) inició a primeros de año un ejercicio sobre cómo dar mayor visibilidad en el debate universitario a los estudiantes.

“Difícilmente podrá producirse la tan demandada transformación de la Universidad si no es desde el estudiantado. Conocer la experiencia del estudiantado en el sistema universitario español es un paso previo a cualquier proceso de cambio que quiera iniciarse”, señala el presidente de la Asociación K60 Espacios de Educación Superior.

Entre los datos del informe podemos destacar que el estudiantado entiende que la Universidad es más que un centro de capacitación profesional. La libertad y la diversidad, con un 8,5 sobre 10, junto con la atención de sus necesidades emocionales y sociales (8,3) y la implicación en las necesidades sociales (8,3) son los ámbitos más importantes de la experiencia en la Universidad, solo por detrás de la empleabilidad (8,6).

Una joven estudiante de Universidad.

Las universidades privadas ofrecen una mayor satisfacción en casi todos los ámbitos, pero repetirían más su experiencia los estudiantes en las universidades públicas. En el supuesto de la atención emocional se produce la mayor diferencia entre Universidades según su titularidad, con una valoración de 4,7 entre los estudiantes de la pública y de 5,9 en la privada.

Es de destacar, de acuerdo con los datos de la encuesta, que estudiar en la Universidad supone un esfuerzo económico significativo para muchos estudiantes. Al 50% del estudiantado sus estudios les resultan difícilmente soportable económicamente o tienen que renunciar a otras actividades para poder realizarlos.

Este porcentaje llega al 66% en el caso de los estudiantes online y al 72% en las universidades privadas. Entre estos, un 17% declara una situación difícilmente soportable económicamente para su permanencia en la universidad. Los estudiantes con más dificultades económicas son los de Humanidades y Artes y los de Ciencias de la Salud, para los que en un 14% y en un 12% respectivamente sus estudios suponen un esfuerzo económico difícilmente soportable, frente al 7% de estudiantes de Ingeniería y Arquitectura en esta situación.

La permanencia en la Universidad

Por otra parte, la situación económica del estudiantado incide de manera significativa en su permanencia y en la satisfacción por su experiencia universitaria. El porcentaje de estudiantes a los que sus estudios les supone un esfuerzo económico difícilmente sostenible se reduce entre el primer curso y el cuarto de un 11,3% a un 4.2%. Los estudiantes para los que su permanencia en la universidad no resiente su economía familiar pasan del 40,1% en el primer curso al 57,8% en el cuarto.

La satisfacción con la experiencia universitaria se ve reducida en la medida en que van pasando los cursos, los aspectos en los se produce de una manera más significativa son en la participación pasando de primero a cuarto de 6,7 sobre 10 a 5,7, en la atención de las necesidades emocionales y sociales del estudiantado pasando de 5,6 a 4,6, y en la implicación en las necesidades sociales, de 7 a 6,1.

Por último, destacar que de acuerdo con los estudiantes, la implicación del profesorado y los métodos de evaluación ofrecen un margen de mejora. Valora la implicación del profesorado de manera muy positiva el 17% del total del estudiantado, siendo este porcentaje del 44% en la universidad privada y del 11% en la pública.

Los estudiantes en su Universidad.

En el caso del grado es el 16% quienes valoran de manera muy positiva a su profesorado, en el de máster el 25%. El 35% del estudiantado tiene una valoración positiva de la implicación del profesorado y el 25% neutra.

Consideran muy positiva la idoneidad de los métodos de evaluación el 15% del estudiantado, un 22% en las universidades privadas, el 5% en las públicas, el 15% en máster, y el 7% en grado, y el 5% en Ciencias y 10% en CC de la Salud. El 37% del total valora la evaluación de manera favorable y el 26% neutra.

De igual manera que el estudiantado demanda mucha más flexibilidad para configurar sus estudios, y una transformación radical en las formas de aprendizaje. El 78% del estudiantado desearía tener más posibilidades para elegir sus asignaturas, el 72% desarrollar más actividades de aprendizaje fuera del campus, el 65% participar más en talleres y seminarios y el 48% desearía ampliar la oferta de estancias en otras universidades. La necesidad de más flexibilidad en las asignaturas es valorada por igual por los estudiantes de las distintas áreas.

El estudio refleja un panorama ambivalente en el que, por un lado, hay un grado de satisfacción alto por la experiencia universitaria en su conjunto, y por otro, una pretensión de que se produzcan profundos cambios en un sistema universitario que da signos de agotamiento.