Ramón Valle
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El Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL, en colaboración con la Universidad Camilo José Cela, ha tenido un doble estreno en su arranque de curso 24/25. Tras el éxito de la primera promoción de alumnos (el 35% de ellos han sido contratados por el periódico, lo cual constituye todo un hito en másteres de este tipo), la segunda promoción comenzó esta semana su andadura.

La primera sorpresa de los nuevos alumnos fue mayúscula al llegar al Taller de Redacción instalado, a modo de aula, en el campus de la Universidad UCJC, en la calle Juan Hurtado de Mendoza, 4, esquina con el paseo de la Castellana de Madrid. 

La pared acristalada del Taller de Redacción, de más de ocho metros de larga, lucía espectacular. Desde luego, diferente a todas las aulas del edificio. Los vinilos que cubren y adornan el cristal son toda una declaración de principios. Un león, símbolo de EL ESPAÑOL, aparece entronado, enmarcado, con las palabras Máster de Periodismo en grandes caracteres.

Pero más importante que el león, son los compromisos del Máster y los que supone la actividad del Periodismo. Este Máster ofrecido por el diario líder de España es innovador, práctico, solvente, útil, emprendedor y diferenciador, según se lee en la pared de cristal. 

Y el Periodismo que se ha de practicar, como aparece también en la entrada al Taller de Redacción, tiene que ser directo, multimedia, combativo, ecuánime, exclusivo e independiente. 

Querer cumplir con unos principios ineludibles es el primer paso imprescindible para conseguirlo. El diseño de la clase ha sido realizado por Ana Blanco, la responsable de esta área en EL ESPAÑOL. 

En la misma línea de principios del Máster y del Periodismo se desarrolló la clase inaugural del periodista Miguel Ángel Mellado, director de este posgrado. 

“Si un máster de Periodismo no es práctico y los profesores no son periodistas en activo, carecería de sentido ofrecerlo y hacerlo. Si un máster de Periodismo no es sencillo en su desarrollo, no es claro en sus propósitos y no proporciona a los alumnos, desde el primer día, contacto con una redacción profesional, es un fraude o, al menos, sería defraudador”, dijo Mellado. 

Miguel Ángel Mellado, director del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL, junto a varios alumnos de la segunda promoción. Cristina Villarino

Por todo lo anterior, el compromiso del Máster -cuya matriculación sigue abierta por unos días- es que sea útil como ha de ser el periodismo, que los aspirantes a periodistas profesionales aprendan de los mejores, con mentores dentro de la redacción, y que en lo posible proporcione empleo.

“Hay que practicar, practicar y practicar durante los seis meses de Taller de Redacción”, afirmó el director del Máster. Más de 40 profesionales pasarán por el Taller del en el aula, además de invitados especiales. Este mismo viernes, 18 de octubre, dará clase Antonio Pampliega, periodista de guerra y de investigación. Como es sabido, Pampliega es el periodista español que más tiempo ha pasado secuestrado, en manos de radicales musulmanes: 300 días en Siria.

Esta clase de Pampliega estará abierta para jóvenes interesados por el periodismo de calidad. Y si quieren hacer el máster aún pueden entrar en esta promoción 24/25.

La segunda sorpresa de los alumnos, más importante aún que clase customizada, consistió en entrar en la redacción de EL ESPAÑOL a modo de inmersión total. Y esto el segundo día de clase, el martes 15 de octubre. 

Las clases en vivo las dieron Mario Díaz, director adjunto de EL ESPAÑOL; Íñigo Zulet, redactor jefe de España y ex responsable de la Mesa del diario; y José Verdugo, experto reportero gráfico del equipo audiovisual.

Díaz insistió en un par de cuestiones básicas en el ejercicio de la profesión: el periodismo de proximidad y la proactividad de los periodistas. Siempre, con calidad. Los alumnos conocieron a los responsables de áreas de EL ESPAÑOL guiados por el director adjunto. Ellos serán sus profesores en el campus y sus jefes en los seis meses de prácticas que ofrece este Máster: de finales de marzo a septiembre de 2025. 

En directo vieron cómo Vicente Ferrer, subdirector de España, un profesional curtido con los años, reaccionaba ante la noticia de última hora: la condena por corrupción del ex ministro Eduardo Zaplana, del PP. 

Mario Díaz, director adjunto de EL ESPAÑOL, durante la inmersión de la segunda promoción del Máster en la redacción del periódico. José Verdugo

“Aquí siempre vivimos al borde del infarto”, ilustró Ferrer a los alumnos del Máster, que continuaron su recorrido hasta llegar en otra planta al área audiovisual del diario. José Verdugo enseñó el estudio con plató de EL ESPAÑOL. “Sin imagen no hay información”, sentenció Verdugo. 

Para concluir la inmersión en el periodismo de cada día, los componentes de la segunda promoción participaron en la reunión de la mañana, donde los responsables de área exponen los temas en proceso para publicar por la tarde, para la noche y para la mañana siguiente, porque ahora el periodismo se publica durante las 24 horas cada día.

¿Es práctico el Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL, es directo, multimedia, útil, emprendedor, próximo…? Carlos, Sofía, Ulda, Claudia, Cristina, Iván y Hans, entre otros inscritos, han visto que sí. 

Cristina Muñiz, doble graduada en Derecho y ADE, que ha dejado un despacho de abogados porque quiere ser periodista, resumía así el día de experiencia en EL ESPAÑOL: “Tengo que reconocer que recorriendo la moqueta me brillaban los ojos como si fuera una niña, mientras pensaba: aquí es donde quiero trabajar”.