El senderismo es una de las prácticas preferidas para disfrutar de la naturaleza. Sin duda, esta forma de desconectar de las grandes ciudades permite a los ciudadanos explorar los rincones más ocultos de la geografía de nuestro país. Uno de ellos se encuentra en el norte de España y permite explorar nuevos rincones sorprendentes rodeados de una mágica cascada.
Para visitar este espectacular lugar, hay que viajar hasta Huesca, donde se esconden las 'joyas' mejor conservadas del país. En Sobrarbe se encuentra una de las rutas más sencillas y rápidas que se pueden recorrer en Aragón. Concretamente, se trata de un camino de seis kilómetros, que dura unas dos horas y cuatro minutos, y llega hasta la conocida cascada del Confesionario.
Un lugar mágico que se ha convertido en una visita obligatoria para todos los turistas que acuden a esta zona de España. La ruta se puede emprender con amigos o en familia y recorre sitios extraordinarios del Pirineo de Huesca.
Se trata de una excursión que puede realizarse de tres maneras: con una ruta de ida y vuelta a pie hasta llegar a la cascada del Confesionario, o caminando por una ladera hasta este punto, pero sin necesidad de pisar el agua. También se puede optar por combinar ambas opciones y alargar el trayecto.
El sendero hacia la cascada del Confesionario
El sendero recorre seis kilómetros a lo largo de dos horas y cuarto hasta llegar a la impresionante cascada del Confesionario, que destaca por su construcción de piedra y su agua cayendo por el centro.
Antes de llegar al punto final de este trayecto, los ciudadanos tienen la oportunidad de pasar por otros espectaculares rincones naturales de Huesca. Uno de ellos es el morrón de la Predicadera con un hueco por el que sale el agua, conocido como el 'chorro sagrado', todo un paraje de la naturaleza por el que circula esta cascada que merece la pena visitar.
La ruta de senderismo por Huesca comienza en el parking de las Pozas de San Martín. Se trata de una zona de fácil acceso a la que se puede llegar por carretera desde Boltaña en dirección a Sieste y al Condado de San Martín. Desde aquí comienza el sendero por el que fluye el río Sieste atravesando el Barranco de San Martín.
Una vez se haya comenzado el trayecto a pie hay que andar 10 minutos hasta llegar a las conocidas Pozas de San Martín desde donde se puede ver el río más cerca. Hay que tener en cuenta que esta parte del camino está llena de piedras y hay que prevenir posibles resbalones.
Mientras tanto, se puede seguir andando para llegar a la cascada del Confesionario. En este momento, se tiene que decidir si se quiere seguir por el camino o desviarse por el río. Se trata de una ruta circular, que tiene la opción de llegar antes o de ver la inmensidad el río hasta llegar al destino. Durante el trayecto aparecerán otros lugares emblemáticos como el bosque de La Predicadera o el Barranco Fondo.
A partir de aquí, comienza una bajada por una empinada senda que une el barramco Fondo y los barrancos de Campodarbe hasta la cascada del Confesionario. Cerca se encuentra la poza de Chinchirigoy, la cueva de Las Golondrinas y, en el camino de vuelta al parking, se pueden visitar las pozas de San Martín.