Aldelma Rodríguez / Seguridad y salud
25/04/1929, ÁvilaMadrid, 12/04/2020
Decía mi abuela que le daba apuro escribir sus memorias porque no había hecho grandes obras, no había escrito un libro, no había sido una famosa actriz…
Nació en el campo en un tiempo convulso donde no se aseguraba la comida de la semana, ir a la escuela era un deseo y a los padres se les trataba de usted. De niña aprendió el sonido de la pólvora y la devastación de la guerra. Perteneció a la generación que nació en la tierra y renació de las cenizas.
De muy joven conoció a quien fue su compañero inseparable, con quien puede descansar ahora en paz. Dejó su tierra, siguió superando prueba tras prueba y a sus tres hijos nunca les faltó nada. Firme en sus convicciones sudó, trabajó y peleo.
Abuela, te has ido sin avisar, sin que podamos despedirnos. No es justo. Pero no te apures, para nosotros tus memorias son hoy grandes hazañas. Nos queda tu cariño y el valor de tu esfuerzo y tu sacrificio.
Te quieren: tus hijos, nietos y biznieta.
Por Alejandro Rodríguez Casero, nieto de Aldelma.
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