Siempre se ha considerado que el Versalles español es el Palacio de San Ildefonso, sin embargo, pocos conocen la existencia de un palacio de gran belleza e importancia artística que se encuentra en un pequeño pueblo de Asturias.
Se trata del Palacio (o Quinta) de Selgas, llamado así porque pertenece a la familia Selgas, concretamente fue Fortunato de Selgas el que mandó construir este lugar en 1883.
La Quinta de Selgas
El Versalles de Asturias es la Quinta de Selgas es un conjunto de palacio y finca ajardinada situado en El Pito, pequeña población del concejo de Cudillero, en Asturias.
Se construyó entre 1880 y 1895 por iniciativa de los hermanos Ezequiel y Fortunato de Selgas Albuerne: el primero, empresario de éxito en Madrid, puso los medios económicos para realizar el proyecto, mientras que el segundo, historiador y aficionado al Arte, fue quien elaboró el trazado, de diseño historicista.
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Cabe destacar que la Quinta fue propiedad de la familia Selgas hasta 1992, en que pasó a ser propiedad de la Fundación Selgas-Fagalde. Este organismo está compuesto por miembros de la familia y responsables públicos.
La Quinta se abrió como museo en 2002 y ha llegado a recibir unas 24.000 visitas al año. Debido a reparaciones graduales y cuestiones logísticas no suele abrir de manera continuada. Actualmente se encuentra cerrado al público.
Tal y como indican desde la página web de la Fundación: "La Fundación es un referente para conocer la forma de vida de la familia Selgas-Fagalde, una de las familias que mejor han ilustrado el espíritu filantrópico e ilustrado de la época. Todo este patrimonio cultural y artístico se reúne en el palacio asturiano de La Quinta, que fue residencia de esta benefactora familia hasta 1992, fecha en que pasó a formar parte del patrimonio de la Fundación Selgas-Fagalde."
"El conjunto de La Quinta es hoy una burbuja histórica que ha llegado hasta nuestros días tal y como los hermanos Ezequiel y Fortunato de Selgas y Albuerne lo proyectaron."
Sobre el Palacio de Selgas nos cuentan lo siguiente: "Localizado en la localidad asturiana de El Pito (Cudillero), el Palacio de Los Selgas -La Quinta-, alberga un importante patrimonio artístico, el legado de la familia Selgas-Fagalde. A finales del siglo XIX, los hermanos Ezequiel y Fortunato de Selgas y Albuerne reunieron en este conjunto arquitectónico una magnífica colección de obras de arte."
"Fue el propio Fortunato de Selgas quien proyectó en 1883 un palacio de cuatro alturas que reflejaba los rasgos característicos de la arquitectura civil italiana del siglo XVI."
"El interior del edificio fue decorado con esmero con mobiliario de su tiempo, pero también de siglos anteriores. En las dependencias distribuidas en dos pisos, se conserva la amplia colección de arte que la familia había ido adquiriendo durante años en España y en diversos países europeos."
Ellos mismos indican también qué es lo que podemos encontrar en la planta baja: vestíbulo, comedor, sala Luis XIII, sala Luis XVI, sala Luis XV, biblioteca y escalera principal
Y también las salas de la planta primera: pasillo, sala Norte, alcoba Angelitos, alcoba Leones, tocador Luis XVI, alcoba Luis XVI, alcoba La Noche y alcoba Pompeyana.
Más allá del palacio, cabe hablar de los jardínes, uno de los elementos que llama más la atención de esta quinta. Ellos mismos indican en su página web: "Alrededor de los edificios se extienden varios jardines de características diferentes. El primer proyecto fue elaborado por Fortunato de Selgas, en 1864, aunque los jardines no se hicieron realidad hasta dos décadas más tarde.
"En su sueño tuvieron en cuenta las modas de la época, dominadas por los modelos franceses e ingleses. Contaron con ayuda de Henri Rigoreau Jouvert, que se había formado en la escuela de jardinería de Versalles."
La Quinta de Selgas cuenta con distintos jardínes: jardín francés, jardín italiano, jardín inglés y finalmente, un invernadero. En lo que respecta al jardín francés, la Fundación explica lo siguiente:
"Situado en la zona sur y conocido como jardín Francés, por las características de su diseño, en el que destacan las esculturas y las fuentes. Se trata de una amplia avenida, marcada por los elementos geométricos: los muros de camelios recortados, las piedras horizontales de césped y los parterres de boj crean un conjunto de líneas rectas que confluyen en el palacio, que crece en monumentalidad."
Por su parte, el jardín italiano está "localizado al norte del Palacio y flanqueado por el Pabellón de Invitados y por el Pabellón de Tapices. Dos soberbias araucarias forman la barrera vegetal que convierte al jardín en un entorno cerrado, íntimo y privado. Este jardín imita los modelos basados en las villas italianas con un marcado sentido arqueológico en el que la arquitectura dialoga con la vegetación."