San Pedro Damián nació en el año 1007 en Rávena (Italia), en el seno de una familia humilde. Cuando era un retoño estuvo a punto de perder la vida, ya que su madre recibió presiones para que lo dejase morir de hambre. Tuvo un final muy distinto gracias a la generosidad de una amiga de la familia, que se ofreció a adoptar al niño durante sus primeros años.
En su juventud, uno de sus hermanos se hizo cargo de los gastos para su educación. Más tarde, ya como un erudito, abrió cátedra en Parma, donde atrajo a numerosos discípulos. Insatisfecho por sus logros terrenales, decidió retirarse a la vida monástica y se recluyó en un convento.
Allí, dedica sus días a redactar libros con fuertes dosis críticas sobre la corrupción moral que campaba a sus anchas en la Italia medieval. Gracias a estos escritos fue nombrado cardenal-obispo de Ostia. Creó toda una tendencia dentro de la Iglesia que despreciaba los bienes terrenales. Por ello, el papa León XII le nombró Doctor de la Iglesia en el año 1828. Falleció en Faenza en el año 1072.
Este y otros santos son celebrados el 21 de febrero:
- San Eustacio de Antioquía
- San Germán
- San Roberto Southwell