Ignacio es un nombre masculino de origen latino, cuyo significado es 'hombre que nació del fuego'. Hoy, en España, 90.289 hombres celebran su santo gracias a San Ignacio de Loyola.
Ignacio de Loyola fue un militar y luego religioso español, surgido como un líder religioso durante la Contrarreforma. Su devoción a la Iglesia católica se caracterizó por la obediencia absoluta al papa. Fundó la Compañía de Jesús de la que fue el primer general, la misma prosperó al punto que contaba con más de mil miembros en más de cien casas -en su mayoría colegios y casas de formación- repartidas en doce provincias al momento de su muerte. El metodista Jesse Lyman Hurlbut consideró a Ignacio de Loyola como una de las personalidades más notables e influyentes del siglo XVI. La Iglesia católica lo canonizó en 1622, y Pío XI lo declaró patrono de los ejercicios espirituales en 1922.
Íñigo López de Loyola inició su carrera como hombre de armas formando parte de las tropas oñacinas del reino de Castilla. En mayo de 1521, a los treinta años de edad cayó herido en la Batalla de Pamplona cuando defendía la ciudad de las tropas navarras de Enrique II de Navarra. Este hecho sería determinante en su vida, pues la lectura durante su convalecencia de libros religiosos lo llevaría a profundizar en la fe católica y a la imitación de los santos. Propuso entonces peregrinar a Jerusalén, para lo cual necesitaba llegar antes a Roma, pero antes pararía en Montserrat y Manresa, donde comenzó a desarrollar sus Ejercicios espirituales, base de su espiritualidad.
A su vuelta de Tierra Santa, comenzó sus estudios y a dedicarse a la predicación, basándose en el método de sus Ejercicios. Sus actividades le hicieron sospechoso de heterodoxo e incluso llegó a ser procesado en distintas ocasiones. Tras ver cerradas las puertas a la predicación, decidió continuar sus estudios en París, donde cursó filosofía y tuvo por compañeros a Pedro Fabro y Francisco Javier, entre otros.
Ignacio y sus compañeros acabaron pronunciando un voto de pobreza, iniciaron la Compañía de Jesús y decidieron peregrinar a Jerusalén, pero esta empresa resultó imposible y finalmente optaron por ponerse a disposición del papa. Allí se dedicó a impartir sus Ejercicios, pero pronto sufrió las críticas de personalidades influyentes que difundieron rumores en su contra, acusándolo de ser un fugitivo de la Inquisición. Para impedir que las acusaciones prosperasen y acabasen impidiendo su actividad, Ignacio quiso que se abriese un proceso formal para así ser declarado públicamente inocente.
Después de esto se procedió a designar al primer general de la Compañía de Jesús, resultando Ignacio elegido unánimemente por sus compañeros. Sin embargo, rechazó la designación y pidió que la votación se repitiese tras madurarlo más profundamente. Volvió a ser elegido en segunda votación y, tras reflexionar y confesar sus pecados, finalmente aceptó.
Estuvo quince años al frente de la Compañía de Jesús como General, permaneciendo en Roma. Murió el 31 de julio de 1556 y su cuerpo, que fue inicialmente sepultado en la iglesia de Santa Maria della Strada, fue trasladado a la iglesia del Gesù, sede la Compañía. El papa Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622 junto con Francisco Javier, Felipe Neri, Teresa de Jesús e Isidro Labrador.
Este y otros santos son celebrados durante el 31 de julio:
San Calimero de Milán
Santa Elena de Suecia
San Fabio de Mauritania
San Germán de Auxerre
San Justino de Iacobis
Santos Pedro Doàn Côn Quý y Manuel Phung
San Tertulino de Roma
Beato Everardo Hanse
Beato Francisco Stryjas
Beato Jaime Buch Canals
Beato Juan Colombini
Beato Juan Francisco Jarriges
Beato Miguel Ozieblowski
Beata Sidonia Schelingová