Filomena es un nombre femenino de origen griego, cuyo significado es 'aquella que ama la música' o 'la muy amada'. Hoy, en España, 8.227 mujeres celebran su santo gracias a Santa Filomena. Pero, curiosiamente, aparte de que es el santo de estas personas, Filomena se ha hecho muy famosa desde este jueves a causa de la borrasca, que tiene ese mismo nombre, y que ha azotado este país inundándolo de nieve. Pese a ello, la santa del siglo II nunca tuvo nada que ver con las nevadas.
En todo caso, esta santa de la Iglesia primitiva nació en algún punto del Imperio Romano el 10 de enero de una fecha intederminada de finales del siglo II (hacia el año 190). De hecho, años después, en el 202, esta joven y virgen sería martirizada, bajo el gobierno del emperador Septimio.
Se cuenta de ella que sus padres siempre la complacieron en todo, pero que su padre, en particular, era excesivamente protector y siempre estaba con ella. Éste gobernaba un Estado indeterminado. Por ello, cuando Filomena tenía 13 años, la santa viajó, en compañía de su familia, a Roma, la capital del Imperio, a causa de una injusta declaración de guerra que había hecho el Gobierno romano contra su familia.
De ahí que la joven Filomena y sus padres acudiesen a Roma con la esperanza de hacer las paces con el emperador Septimio. De hecho, durante la audiencia, el gobernador romano no le quitaba los ojos de encima a la joven. Y, según cuenta la tradición, el emperador le dijo: "No se inquiete. En vez de emprender una guerra contra su Estado, pongo a su disposición todas las fuerzas de mi Imperio si me da la mano de su hermosa hija, Filomena, para contraer matrimonio".
Sus padres aceptaron la condición y después de llegar a su casa trataron de convencer a su hija, asegurándole que sería feliz como emperatriz de Roma. La joven Filomena, sin embargo, rehusó esta petición, manifestando que era ella le quería dedicar su vida a Jesucristo mediante un voto de castidad que había hecho dos años antes, cuando tenía 11 años.
El padre de Filomena, disgutado, le dijo no podía hacer los que quiesiese. Pero Jesucrito le concedió a Filomena, según la tradicón, fuerzas sobrenaturales para permanecer firme. El emperador Septimio, por su parte, se enteró de la respuesta de Filomena y la llamó de nuevo a Roma. Tanto él como su madre se pusieron de rodillas pidiéndole que desistiera de su inteción: "Hija, ten compasión de tus padres, de tu patria, y de nuestro reino".
Ella les respondió que su patria y su reino eran los cielos: "Dios y mi virginidad están sobre todas las cosas". Como no accedió a casarse con el emperador, éste mandó que que la encerrasen en un un calabozo, debajo del palacio imperial.
En aquel lugar, le ataron manos y pies con cadenas pesadas, con la esperanza de poder persuadirla a que se casara con el gobernador romano. Y ahí, cada día, el Septimio la visitaba y le hacía nuevas propuestas para que accediese a casarse con él. Pero las negativas de la joven Fiolmena no cesaban.
Así que, tras 37 días de sufrimientos, se le apareció a Filomena la Virgen María, rodeada de una luz brillante, y llevando a su hijo, Jesús, en las manos. "Hija mía, dijo, pasarás tres días más aquí, y al cuadragésimo de encarcelamiento, saldrás de éste lugar de penas", le dijo. Y como la joven se mantuvo fiel a su castidad y a Jesucristo, el emperador romano mandó ejecutarla. Concretamente, ordenó que la arrojasen al río Tíber con un ancla atado al cuello.
Su historia permanecería oculta hasta el siglo XIX, cuando el papa Gregorio XVI la canonizó un 30 de enero de 1837.
Esta y otros santos son celebrados durante el 10 de enero:
San Agatón papa
San Arconte
San Domiciano
San Gregorio de Nisa
San Guillermo abad y obispo
San Juan bueno obispo
San Marciano Presbítero
San Melquíades papa
San Pablo eremita
San Pedro Urseolo
San Petronio
San Valerio