Francisco es un nombre masculino de origen italiano, que significa 'El francés', en honor al país galo. Actualmente, 479.405 hombres en España reciben este nombre y celebran su santo gracias a San Francisco Javier.
Este santo de origen español nació en 1506 en la localidad de Javier (Navarra). Al ser hijo de una familia adinerada de la región, pudo cursar estudios universitarios en París. Allí, coincidió con otro santo, Ignacio de Loyola, una persona que marcaría un antes y un después en su vida. Convenció al joven Francisco Javier de que los bienes terrenales son fugaces. “Javier, de qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma”, le decía.
De este modo, Loyola explicaba a Francisco Javier que había una gran necesidad de hacer llegar el mensaje de Jesús a todas las partes del mundo. Francisco Javier se convence de ello. Y su juventud y vitalidad hacen que comience una incansable labor de evangelización de la mano de la Compañía de Jesús (los jesuitas), organización fundada por el propio San Ignacio de Loyola.
Francisco Javier empezaría así sus andaduras en 1541 por los cuatro puntos cardinales predicando el mensaje de Cristo. Viajaría desde Europa hasta Japón, pasando por Sudáfrica o la India dejando una huella imborrable y evangelizando los pueblos que pisaba.
En Japón, no obstante, pese a haber entablado buenas relaciones con los nobles nipones no consiguió cristianizar la isla a causa de la presión de los monjes budistas. Por ello, decidió viajar a China, ya que Francisco Javier consideraba que si evangelizaba este gran imperio, los japoneses al final recibirían el mensaje de Cristo por la influencia del gigante asiático.
Tiempo después, en 1552, comenzó su incursión en China pero, durante su traslado murió en la isla china de Sancián. No pudo llegar a la región de Cantón, situada a pocos kilómetros de la isla, en la China continental. Sin embargo, a pesar de la muerte de Francisco Javier, la labor de evangelización del santo en África y Asia dejó un gran legado. Por ello, Francisco Javier fue canonizado en 1622 por el Papa Gregorio XV y desde entonces se celebra su santo el 3 de diciembre, ya que fue el día en el que murió el misionero. Es más, en 1927 el Papa Pío XI nombró a Francisco Javier patrono de las misiones en recuerdo de las grandes expediciones que protagonizó este santo navarro.
Este y otros santos son celebrados durante el 3 de diciembre:
San Claudio tribuno
San Crispino mártir
San Ambico
Santa Atalia
San Birino
San Casiano de Tánger
San Lucio eremita
Santa Magina
San Mirocles
San Galgano
Santa Hilaria
San Jasón
San Sofonías
Beato Eduardo Coleman
Beato Juan Nepomuceno De Tschiderer