Alejandro es un nombre masculino de origen griego, cuyo significado es 'el que protege al hombre'. Hoy, en España, celebran su santo 263.990 hombres gracias a San Alejandro de Capadocia.
Este santo nació a finales del siglo II en la ciudad turca de Capadocia. Fue un mártir y santo cristiano venerado en la Iglesia ortodoxa y católica.
Se le considera el primer obispo de Capadocia. Fue detenido y hecho prisionero durante el mandato del emperador Alejandro Severo. Cuando fue puesto en libertad y se dirigió a Jerusalén. Allí recibió el cargo de coadjutor del obispo de Jerusalén San Narciso, quien se dice que tenía 116 años de edad. Este no gozaba de buena salud y le pidió a Alejandro que le asistiera en el gobierno de su sede. Su nombramiento contó con el visto bueno de los obispos de Palestina.
Su gobierno estuvo envuelto en una polémica por permitir que Orígenes (considerado padre de la Iglesia oriental), entonces laico, pudiera hablar en las iglesias. El coadjunto salvó la situación extendiendo permisos de la misma naturaleza en otros lugares.
Creó la biblioteca de Jerusalén, su logro más destacado. Años más tarde, siendo ya anciano, volvió a ser retenido por las autoridades junto con otros obispos. Cuentan los textos que "la gloria de sus blancos cabellos y su gran santidad formaban una doble corona para él en su cautividad".
Consiguió sobrevivir a numerosas torturas, incluso cuando soltaron en las arenas del coliseo a un gran número de bestias. Estas reaccionaron lamiéndole los pies y recostándose sobre la arena. Murió en prisión agotado por su sufrimiento en el año 251 d. C.
Este y otros santos son celebrados durante el 27 de marzo:
San Ruperto de Worms
San Teoprepides
San Zanitas
San Juan de Licópolis
San Marolas
San Narsetes, mártir