Pelayo es un nombre masculino de origen griego, que significa 'el que tiene voluntad de escoger'. Actualmente, 5.027 hombres en España reciben este nombre y celebran su santo gracias a San Pelayo, mártir de Córdoba.
Nació en el 911 en Albeos (Pontevedra). Su tío Hermoigio, obispo de Tuy, fue quien le educó. 9 años después acompañó a su tío y a la corte del rey de León a Pamplona, que sufría el asedio de Abd al-Rahmán III, califa de Córdoba.
Los cristianos fueron derrotados y apresados. Pelayo permaneció preso, pese a que su tío fue liberado tras tres años de cautiverio. Se dice que el califa le propuso contactos sexuales a cambio de riquezas y honores, siempre que renunciara a su cristianismo.
"Sí, oh rey, soy cristiano. Lo he sido y lo seré por la gracia de Dios. Todas tus riquezas no valen nada. No pienses que por cosas tan pasajeras voy a renegar de Cristo", le dijo al califa.
Esto le llevó a ser martirizado. Fue torturado a manos de los musulmanes, que le desmembraron con tenazas de hierro. Fue despedazado y sus restos fueron arrojados al Guadalquivir en el año 925.
Los cristianos de Córdoba recogieron los restos mortales que pudieron y lo enterraron en el cementerio de San Ginés; salvo su cabeza, que se guardó en el cementerio de San Cipriano. A finales del siglo X sus restos se trasladaron a Oviedo y fue finalmente depositado en el monasterio de las monjas benedictinas de San Pelayo.
Este y otros santos son celebrados durante el 26 de junio:
San Salvio y compañero
San David de Tesalónica
San José Ma Taishun
San Jose María Escrivá
San Deodato de Nola
San Maxencio de Poitiers
San José María Robles
San Antelmo de Belley
San Superio mártir
Santa Perseveranda
San Vigilio de Trento