Marino, nombre masculino de origen latino que significa 'el que viene del mar'. Actualmente hay 3.555 hombres en España que celebran su santo gracias a San Marino Diácono.
Procedente de la isla de Rab, en la península de Dalmacia, Marino llegó a finales del siglo III a la península itálica. Lo hizo junto con Leo. Ambos tenían como objetivo la reconstrucción de los muros de Rimini y escapar de la persecución contra los cristianos iniciada por el emperador Diocleciano.
Marino vivió durante más de una década en Rimini, donde profesó la palabra de Dios y acercó la fe cristiana a sus cercanos. Hasta que una mujer dijo ser su esposa y le denunció a las autoridades romanas por no lograr seducirlo.
Marino abandonó su refugio para escapar. Una vez la mujer desistió tras un segundo intento, Marino subió al monte Titano y construyó una pequeña celda y una iglesia dedicada a San Pedro Apostol.
Aunque regresó alguna vez a su lugar de origen, Marino vivió siempre en la misma celda, dedicado a la oración y al trabajo, hasta el día de su muerte. La tradición nombra este día como el 3 de septiembre de 366, alrededor de los noventa años de edad.
Antes de abandonar la vida terrenal, nuevamente según la tradición, Marino llamó a los habitantes del asentamiento y les citó las siguientes palabras: "Relinquo vos liberos ab utroque homine" (Os dejo libres de otros hombres). Esto fue lo que provocó la independencia de San Marino, pues resulta que se lo dijo al emperador y al papa.
Este y otros santos son celebrados durante el 3 de septiembre:
San Crodogango de Sées
Santa Febe de Corinto
San Macanisio de Irlanda
San Mansueto de Toul
San Aigulfo y compañeros
San Aristeo obispo
San Auxano de Milán
Santa Basilisa de Nicomedia
San Vitaliano de Caudium
Beata Brígida de Jesús Morello
Beato Guala de Astino
San Marino de Titano
San Rimagilo de Stavelot
San Sandalio de Córdoba