Juan es un nombre masculino que proviene del hebreo, derivado de la palabra Yehohanan, que significa 'el que es fiel a Dios'. En la actualidad, 318.707 hombres y 185 mujeres se llaman así en honor de este santo. 

Este santo nació en el 1499 en Almodóvar del Campo, un municipio de Ciudad Real. Se crió en el seno de una familia profundamente cristiana. Sus padres tenían una mina de plata en Sierra Morena y pudieron darle una educación basada en el sacrificio y en el amor al prójimo. Son conocidas durante su infancia las escenas en las que entregó su nuevo sayo a un niño pobre, sus extensos ratos de oración, sus sacrificios o su devoción por la eucaristía.

Mientras su época de adolescente, comenzó a estudiar leyes en Salamanca. Después de cuatro años, regresó a su pueblo natal para llevar una vida retirada. Vivió en la casa de sus padres hasta el año 1520, cuando decidió marcharse a estudiar artes y teología a Alcalá de Henares. Allí destacó como un gran intelectual y estuvo en contacto con los grandes influyentes reformistas del momento.

Cuando sus padres fallecieron Juan decidió vender toda su fortuna para entregársela a los más necesitados. Sin nada, se marchó a Sevilla con el objetivo de hacerse sacerdote y esperar el momento oportuno para embarcarse hacia la Nueva España (México), aunque finalmente decidió no hacer el viaje. 

Permaneció predicando el Evangelio en Andalucía, un territorio en el que veía necesario consolidar el cristianismo tras varios siglos de ocupación musulmana. Fue encarcelado en Sevilla por una denuncia ante la Inquisición por haber sostenido doctrinas sospechosas.

En los años de cautiverio perfeccionó su conocimiento sobre Dios y escribió una de sus obras más conocidas, el Audi filta. Absuelto, siguió formándose y logró numerosas conversiones al cristianismo. Pasó sus últimos años en Córdoba, acompañado por discípulos y amigos. Santa Teresa de Jesús, al enterarse de la noticia, no dudó en exclamar: "lloro porque pierde la Iglesia de Dios una gran columna".

Este y otros santos son celebrados durante en 10 de mayo:

San Damián de Molokai

San Cataldo de Irlanda

San Comgall

San Dioscórides de Mira

San Epímaco mártir

San Gordiano de Roma

San Antonino de Florencia

Santa Blanda mártir

San Calepodio presbítero

San Guillermo de Pontoise

Santa Solangia