Justino es un nombre masculino de origen latino, cuyo significado es 'aquel que obra con justicia'. Hoy, en España, 1.517 hombres celebran su santo gracias a San Justino mártir.
Este santo nació en Flavia Neapolis, propiedad del Imperio Romano, entre el año 100 y 114. Su familia era pagana de habla griega, aunque él se reconocía como samaritano, por lo que fue educado con ese contexto cultural. En su Diálogo con Trifón cuenta que estudió filosofía con diferentes maestros que por una u otra razón le decepcionaron.
Por este mismo motivo, Justino se convirtió al cristianismo, ya que antes reconoce haber profesado la filosofía platónica en Éfeso, en tiempos de Adriano. De hecho, dedicó el resto de su vida a difundir lo que él consideraba la verdadera filosofía.
El concepto que él tenía sobre esta filosofía radica esencialmente en el sincretismo judeo-alejandrino. Parece ser que viajó bastante, y que al final de su vida se instaló en Roma, donde fundó el Didascáleo romano, una escuela de filosofía cristiana.
Durante la época en la que Marco Aurelio estaba en el gobierno, este santo fue martirizado en la capital del Imperio, debido a sus disputas con el cínico Crescencio, siendo Junio Rústico prefecto de la ciudad entre 162 y 168.
Justino es uno de los mártires que demuestra, desde el punto de vista histórico, de cómo la Iglesia celebraba el culto desde que comenzó. En el capítulo 2, versículo 42 del libro Hechos de los Apóstoles, se lee "Perseveraban asiduamente en la doctrina de los Apóstoles y la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones". De allí que su famoso discurso eucarístico sea citado siempre como referencia de cómo vivían la fe los primeros cristianos.
Este y otros santos son celebrados durante el 1 de junio:
Nuestra Señora de la Luz
San Aníbal María Di Francia
San Caprasio de Lérins
San Floro de Arvernia
San Fortunato de Montefalco
San Íñigo de Oña
San Isquirión y compañeros
San José Tuc
San Próculo de Bolonia
San Ronan de Quimper
San Simeón de Tréveris
San Vistano