Cristóbal es un nombre de origen griego, que significa 'portador de Cristo' o 'el que lleva a Cristo'. Un total de 28.132 en España celebran hoy su onomástica en honor de San Cristóbal de Licia mártir.
Considerado como el patrón de los viajeros, vivió en tiempos del emperador Decio, quien gobernó Roma entre los años 249 y 251. Este santo nació en Canaán. La versión más aceptada sobre la vida de Cristóbal, puesto que hay pocos datos de su vida, expone que fue un miembro del regimiento auxiliar romano Cohorte Tercera Valeria de los Marmanto, unidad militar del norte de África entre las actuales Libia y Egipto.
Era un hombre de gran corpulencia: midió unos 2,3 metros de altura y tenía un rostro aterrador. Trabajó a las órdenes del mayor rey que existió. Sin embargo, partió en busca del diablo cuando comprobó que su rey le temía y se santiguaba ante él. En su viaje, se topó con una banda de ladrones y uno de ellos le aseguró ser a quien estaba buscando. Consideró que ese hombre era el más grande, por lo que decidió ponerse bajo sus órdenes. Fue entonces cuando comprobó que alguien estaba por encima de su nuevo 'jefe', alguien a quien temía y ante quien se santiguaba. No era otro que Cristo.
Tomó la decisión de instruirse en el cristianismo a través de un ermitaño a quien conoció. Tras declinar fustigarse y rezar como servicio a Dios, el ermitaño le recomendó ayudar a la gente a cruzar un peligroso río donde muchos terminaban por perecer.
Un día, mientras portaba a hombros a un niño, comenzó a notar que su peso aumentaba a medida que atravesaba el río y se encontró en grandes dificultades. Cristóbal le dijo en la otra orilla: "Tú me has puesto en el mayor peligro. No creo ni que el mundo entero sea tan pesado en mis hombros como lo has sido tú". Y el chico respondió: "Tú no solo has tenido en tus hombros el peso del mundo, sino al hombre que lo creó. Yo soy Cristo, tu rey, a quien tú has servido en este oficio". Posteriormente, el niño se desvaneció.
Cristóbal, convencido de las bondades del señor, dedicó el resto de sus días a cristianizar a cientos de personas. Finalmente, murió decapitado por orden del rey al que había servido con anterioridad.
Este y otros santos son celebrados durante el 10 de julio:
San Pedro Vincioli
Santa Amalberga de Tamise
San Silvano de Pisidia
San Apolonio de Sardes
San Bianor de Pisidia
San Pascario de Nantes