Laura, nombre femenino de origen latino cuyo significado es 'laurel'. Actualmente, 258.448 mujeres en España celebran su santo gracias a Madre Laura de Santa Catalina de Siena.
Hija de Juan de la Cruz Montoya y Dolores Upegui, Laura Montoya Upegui nació en Jericó el 26 de mayo de 1874. Recibió el Bautismo el mismo día de su nacimiento, otorgándole el sacerdote el nombre de María Laura de Jesús.
Su padre fue asesinado cuando ella apenas tenía dos años. Esta terrible muerte se produjo en el contexto de una guerra cruel y fratricida en la que defendió la religión y la patria. Sus bienes personales fueron requisados y su familia quedó en extrema pobreza. Sin embargo, su madre le enseñó a perdonar y a fortalecer su carácter con sentimientos cristianos. Desde pequeña, vivió intensas experiencias trinitarias que la llevaron a crecer constantemente en una dimensión mística.
Años después quedó huérfana e ingresó a los 16 años en la 'Normal de Institutoras de Medellín'. Se siente llamada a realizar lo que llamaba 'la Obra de los indios' tras terminar los estudios y en 1907, estando en la población de Marinilla, escribe: "Me vi en Dios y como que me arropaba con su paternidad haciéndome madre, del modo más intenso, de los infieles. Me dolían como verdaderos hijos".
El ardiente “Sitio” -Tengo sed”- de Cristo en la Cruz, la impulsó a saciar esta sed del crucificado y a un trabajo heroico al servicio de los indígenas de la selva que lleva, en 1914, Mons. Maximiliano Crespo, obispo de Santa Fe de Antioquia, a fundar la congregación de las 'Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena'.
Comprendiendo la dignidad humana y la vocación divina de los indígenas, se inserta en su cultura y en su vida cotidiana. De esta forma, ella consigue acabar con el muro de discriminación racial de quienes la calificaban y no comprendían el anhelo de extender la fe y el conocimiento de Dios hasta los lugares más remotos e inaccesibles, brindando una catequesis viva del Evangelio.
Pasó los últimos nueve años de su vida en una silla de ruedas. No obstante, nunca dejó al lado la palabra y la pluma. Después de una larga agonía, falleció en Medellín el 21 de octubre de 1949. Fue beatificada el 25 de abril de 2004 por el papa Juan Pablo II y canonizada el 12 de mayo de 2013 por el papa Francisco.
Este y otros santos son celebrados durante el 21 de octubre:
San Juan Thwing de Bridlington
San Mauronto de Marsella
San Severino de Burdeos
San Vendelino de Tréveris
Santa Cilina de Laon
San Pedro Yu Tae-ch’l
San Malco monje
San Viator de Lyon
San Bertoldo de Parma
Beato Pedro Capucci
Santa Úrsula y compañeras mártires
Beatos Luigi y María Beltrame
San Hilarión anacoreta