En plena agresión por parte de su ex pareja, una mujer de 42 años ha podido salvar la vida gracias a un repartidor que entró en el bar en el que ella trabajaba justo cuando estaba pasando. Los sucesos han ocurrido este miércoles en la localidad asturiana de Lugones.
El repartidor, que ha asegurado a El Comercio que todavía se siente impactado, entró en el local Amor de la calle Monte Naranco de Lugones, cuando se encontró al hombre apuñalándola con un objeto punzante, posiblemente un destornillador. En ese mismo momento, dio el aviso en la comisaría de la Policía Local que se encuentra en la misma calle.
La mujer, que responde a las iniciales de H.Z. se pudo salvar por la rapidez en la que ocurrieron los hechos y la cercanía de la Policía y de un centro de salud. Antes de que llegara la ambulancia pudo ser atendida por médicos del centro y después fue trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias.
La Policía Nacional, que ha tomado el relevo a la Local, está investigando el hecho como un acto de violencia de género. El detenido, M.R.A., también fue trasladado al hospital ya que, supuestamente, durante el forcejeo se autolesionó. Al producirse la detención, numerosos vecinos le estuvieron increpando.