Un guardia civil de Cáceres ha sido condenado por la sala de lo militar del Tribunal Supremo por desobedecer órdenes de su sargento, alegando que "estaba cansado".
Según cuenta el Periódico de Extremadura, todo ocurrió el 27 de enero de 2015. Un sargento y dos guardias civiles desempeñaban un servicio de patrulla en la localidad de Trujillo. Comenzó con la conducción del ahora condenado entre las 22:10 y las 1:45 horas. En el trayecto, realizaron un parada de descanso de 25 minutos y dos paradas en las que llevaron a cabo controles de media hora cada uno.
Llegadas las dos menos cuarto, se hizo cago de la conducción el otro guardia civil. A las 2:30 horas, manifestó ante los dos compañeros que tenía fiebre y que no estaba en condiciones de conducir. El sargento tomó el volante y trasladó al enfermo hasta el centro de urgencias de Miajadas, donde atendieron al guardia civil.
Tras realizar dos paradas -según explica el medio extremeño-, el sargento pidió al otro guardia civil (que ha sido condenado) que se hiciera cargo del coche. Se negó justificando que estaba fatigado porque había conducido con anterioridad, además de haberle tocado conducir también durante esa misma mañana. Ante la situación, el enfermo concluyó su turno conduciendo hasta que finalizó su servicio.
La comandante jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Cáceres impuso una sanción de pérdida de cuatro días de haberes por incumplir las órdenes recibidas de su superior, así como la falta de rendimiento en el desempeño del servicio habitual.
El agente acusado recurrió la resolución al general jefe de la zona de Extremadura e interpuso un recurso contencioso disciplinario militar ante el Tribunal Militar. Tras la desestimiento, recurrió a la sala de lo militar del Tribunal Supremo, quien ahora confirma la sanción emitida en su día por la comandante jefe.