Comienza el juicio contra cinco jóvenes por la muerte a golpes de Pablo Podadera, así como su encubrimiento en una discoteca de Málaga durante la celebración de su 22 cumpleaños.
El pasado 20 de abril de 2017, Pablo salió a cenar con unos amigos a un bar malagueño. Más tarde acudieron a una discoteca de la localidad, en la que ingirieron alcohol. El joven, testigo de una pelea que le era ajena, acudió para intentar mediar en el conflicto. Pablo falleció como consecuencia de los golpes que recibió por parte de otros dos jóvenes.
Dos de los cinco acusados (Alberto, de 25 años, y Alejandro, de 28) están directamente acusados de la muerte del joven, por lo que la Fiscalía solicita la pena de 18 años de prisión. Los otros tres están acusados de encubrimiento y se solicita su ingreso en prisión por dos años.
Según cuenta el relato del Ministerio Público, aquella noche, sobre las cuatro y media de la madrugada, Pablo salió a la calle con un amigo para fumar un cigarro. Fuera, había comenzado una trifulca motivada por el lanzamiento de botellas y hielos de la vitrina por parte de dos jóvenes, según pudieron recoger las cámaras de seguridad del establecimiento. El más exaltado de los dos, Nicolás, era amigo de Alejandro.
Según pudieron relatar los testigos, Pablo trató de apaciguar os ánimos poniendo la mano sobre el torso de Nicolás mientras le decía que "no merece la pena, estamos aquí de fiesta para pasar un buen rato". En ese momento y de forma sorpresiva, Alejandro (practicante de boxeo) y Alberto comenzaron a propinar violentos puñetazos desde atrás sobre la sien de Pablo, quien cayó desplomado. Una vez en el suelo, continuaron asestándole patadas en la cabeza.
Nicolás, consciente de la gravedad de los golpes, trató de levantar y sujetar a Pablo, pero se le resbaló de las manos y Pablo acabó golpeándose contra la pared y el suelo del local.
El joven de 22 años murió a las dos de la tarde "como consecuencia de la intensidad de los golpes, se ven reflejados en una hemorragia cerebral masiva que conduce a la muerte encefálica", narra la autopsia. "Pablo Podadera se encontraba indefenso y sin capacidad de reacción, dado el alcohol ingerido", consideró el Ministerio Público.
Tras su muerte, Alejandro se entregó a las autoridades días después, mientras que Alberto se ocultó durante varios días con la ayuda de distintas personas.