El desahucio de Vicenta Núñez y de su hijo José Antonio, de 22 años, con parálisis cerebral y una discapacidad del 84%, se debía llevar a cabo a las 10:30 horas del día de hoy. Gracias a la petición de su abogado, han conseguido suspenderla por un periodo de un mes.
Ambos viven en una casa de Badajoz desde hace 28 años, aunque desde hace 8 meses no pagan el habitual alquiler de 150 euros.
Una gotera sin arreglar fue el detonante para que los residentes decidiesen dejar de pagar el alquiler. La mujer afrontó la reparación de su propio bolsillo ante la negativa del propietario.
Ahora, reconoce a los medios extremeños que se equivocó por desconocimiento, pero también sabe que "ya no hay vuelta atrás".
Su abogado explicó al medio que la inquilina debería haber denunciado al propietario por no mantener la casa en condiciones de habitabilidad, en lugar de dejar de pagar, ya que el dueño presentó una denuncia que ha conllevado la orden de desahucio.
El abogado ha detallado del mismo modo que existen protecciones para evitar el desahucios en casos en los que hay una persona discapacitada de por medio, pero que las últimas reformas normativas protegen al arrendador.
Además, ha lamentado que los servicios sociales no hayan buscado una solución, ya que la mujer acudió a ellos hace más de un mes.