Un hombre de 51 años ha aceptado este miércoles la condena de 12 años de cárcel por abusar de su hija durante seis años, en un juicio celebrado en la Audiencia de Lleida en el que la Fiscalía ha rebajado de 15 a 12 años la petición de prisión considerando que no se había acreditado el uso de la violencia.
La chica, que ahora tiene 19 años y que denunció cuando tenía 18, ha contado, protegida por una mampara, que el padre abusaba de ella casi diariamente y que en ocasiones la madre estaba en la vivienda, aunque desconocía los hechos, ha explicado a Europa Press la abogada del acusado, Montse Torres.
La menor se quedó embarazada a los 14 años y el procesado la trasladó a una clínica de Tarragona para interrumpir el embarazo.
La joven ha relatado que los abusos comenzaron cuando ella tenía 10 años y acababan de llegar a Lleida desde Bolivia. Explicó que no supo cómo reaccionar ya que se crió con estos abusos, que se quedaba bloqueada cada vez que ocurría y que tenía miedo de explicar lo que sucedía.
Según ha podido trascender, la joven declaró que era frecuente que su padre amaneciese junto a ella en la cama. Muchos días se despertaba con los tocamientos de su padre. De hecho, en una ocasión su madre se encontró con esta escena, pero el padre le echó las culpas a la hija. Incluso ha narrado que su padre adoptivo la obligaba a practicarle felaciones.
Cuando tenía 16 años, cuenta que tuvo el valor para negarse a seguir siendo su objeto sexual, y que desde ese día cesaron los abusos. Más adelante, sus padres se llevaron a su hermana pequeña a una granja a pasar el día. La joven temió que su padre buscase en la hermana su sustituta, por lo que fue cuando se atrevió a denunciar los hechos.
El padre, por su parte, ha negado los hechos y se ha justificado diciendo que cree que su hija lo ha denunciado por "venganza", ya que la criticaba cuando no iba al instituto. Esta versión ha sido calificada por el fiscal como "inverosímil".