Cuatro empresarios quitan el uniforme a un empleado muerto para ocultar que era de la compañía

No tuvieron compasión con su empleado ni siquiera cuando estaba rozando la muerte. La Guardia Civil ha detenido a cuatro empresarios de Chiclana de la Frontera (Cádiz) por despojar de su ropa de trabajo camino del hospital a un trabajador accidentado que no habían dado de alta en la Seguridad Social, no estaba formado para manejar la maquinaria que llevaba ni tampoco vestía la indumentaria de protección exigida. Ahora se les imputa un delito de homicidio imprudente y otro contra los derechos de los trabajadores.

La Benemérita, a través de una nota, explica que los hechos ocurrieron el 17 de julio de 2018 en una empresa de Chiclana dedicada al montaje e instalación de decoraciones en ferias y eventos. El suceso, que acabó con la muerte del empleado, se cerró como si el fallecido se hubiera accidentado fuera de su puesto de trabajo.

Ese cierre en falso del caso provocó que la mujer y los dos hijos del trabajador fallecido quedaran “prácticamente en la indigencia”, según la Guardia Civil, ya que se les compensó con pensiones acordes a un fallecimiento por contingencias comunes.

Pese a todo, el Instituto Armado investigó los hechos a instancias del Juzgado Mixto Número 4 de Chiclana, que seguía teniendo dudas acerca de las circunstancias reales de la muerte de A.S.S., de 42 años.

El día que perdió la vida, el empleado manipulaba una carretilla eléctrica elevadora. El operario carecía de formación específica para manejarla y de ropa adecuada para garantizar su seguridad.

Durante su jornada de trabajo de aquel 17 julio de 2018 quedó atrapado en el mecanismo de elevación de la máquina y resultó herido grave. El administrador de la empresa y un trabajador lo trasladaron en un coche particular al centro médico de especialidades de La Longuera, en Chiclana.

De camino, explica la Guardia Civil, ambos “le despojaron de la ropa de trabajo, la cual llevaba inscrito el anagrama de la empresa, al objeto de no despertar sospechas y así evitar responsabilidades”. Ante los facultativos, también declararon que “había sufrido una caída fortuita” fuera del trabajo. Horas después, el empleado falleció en el Hospital Universitario de Puerto Real.

La Guardia Civil ha dado por probado que “el fallecimiento del trabajador se debió a una nula formación en el manejo de la maquinaria que se estaba utilizando”.  La familia del fallecido denunció las irregularidades del accidente a finales de octubre pasado ante la Inspección de Trabajo.

Los investigadores han descubierto que el empleado no tenía prendas de protección personal ni estaba afiliado a la Seguridad Social, al igual que el resto de operarios que trabajaban en la nave. Los empresarios tampoco contaban con planes de seguridad o de evacuación. A juicio de la Guardia Civil, demostraron un “desprecio” por la normativa vigente.

Los cuatro empresarios fueron detenidos a finales del pasado marzo. El juez los dejó en libertad con cargos. Están siendo investigados como presuntos autores de un delito de homicidio imprudente y otro contra los derechos de los trabajadores. También se enfrentan a sanciones de la Inspección de Trabajo o la Seguridad Social. La mujer y los hijos del fallecido han podido regularizar sus pensiones de viudedad y orfandad.