La Guardia Civil busca a dos personas acusadas de cundir el pánico en el centro multiusos de Torneiros, en O Porriño, Pontevedra. Uno de ellos, hirió a balazos a una multitud que se había reunido en una ceremonia de pedida de mano gitana del clan de los Zamoranos. Sobre la una de la madrugada, un individuo, a cara descubierta, irrumpió en la sala y comenzó a disparar al aire. La Guardia Civil halló seis casquillos de balas. La mayoría de lo proyectiles impactaron en el techo, pero dos de ellos alcanzaron el omóplato de uno de los jóvenes y a una adolescente en la cara.
Ambos fueron trasladados al hospital para ser operados, debido a la gravedad de las heridas. El pistolero huyó a toda prisa del lugar de los hechos y se subió a un vehículo, donde le esperaba un cómplice, que también está siendo buscado por la Guardia Civil. Los agentes ya los han identificado y pertenecen al clan de los Morones, rivales de los Zamoranos. Por ello, las primeras hipótesis indican una reyerta entre clanes.
Los Zamoranos son unas 200 familias que llevan entre 50 o 60 años en la localidad de O Porriño y que acumulan, desde hace tiempo, decenas de conflictos con el clan rival. En octubre de 2015, uno de los integrantes de los Zamoranos circulaban por el túnel de Valadares en Vigo, donde fueron tiroteados por unos desconocidos.
El centro multiusos se encuentra precintado y los agentes de la Guardia Civil prosiguen con sus investigaciones. En los bares cercanos prefieren guardar silencio sobre lo que pasó en la madrugada del sábado: "Son los propios afectados los que no quieren hablar", dice la regente de uno de ellos.
La alcaldesa de O Porriño condenó los hechos y ha convocado, para este lunes, una concentración en repulsa en la plaza del Ayuntamiento. Desde hace años, los Zamoranos se han instalado en tensión en Torneiros. Los miembros del clan sufrieron el destierro y un líder de los Morones fue condenado por amenazar con una pistola a los Zamoranos en la feria de Redondela.