Al menos 40 inmigrantes, todos ellos marroquíes y varios de ellos menores, han sido detenidos esta madrugada como consecuencia de una batalla campal en el puerto de Ceuta protagonizada por más de 60 personas que suelen esconderse en las escolleras para introducirse ilegalmente en los barcos que atracan en la ciudad.
Agentes de los Grupos de reserva y Seguridad (GRS) e incluso del Servicio Marítimo han tenido que desplazarse en la zona para contener a los inmigrantes durante el enfrentamiento, que se prolongó unas tres horas, según han informado a EFE fuentes de la Guardia Civil.
La investigación ha determinado que cuatro de los detenidos son los presuntos causantes de los altercados y están acusados de los delitos de atentado, desobediencia e incendio, por lo que serán puestos a disposición de la autoridad judicial.
Las otras 36 persona serán trasladadas a la frontera con Marruecos, en el caso de los adultos, o al centro de acogida de La Esperanza, en el caso de los menores que han participado en esta acción.
Durante la pelea han quemado contenedores y han lanzado piedras de grandes dimensiones por lo que fue necesaria la presencia de los bomberos para poder contener las llamas y evitar que extendieran a negocios próximos.
Los enfrentamientos se iniciaron pasadas las 02,00 horas de la madrugada de este lunes cuando más de 60 inmigrantes entraron a la carrera a la zona restringida del puerto ceutí y sorprendieron al único agente de la Autoridad Portuaria, que inmediatamente puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.
En la intervención, que se prolongó hasta cerca de las 05,00 horas de la madrugada, con participación de agentes de los GRS de la Guardia Civil, con apoyo de un helicóptero y de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Servicio Marítimo, han resultado detenidos 40 inmigrantes, todos ellos marroquíes y entre éstos varios menores de edad que también se ocultan en este lugar.
Ésta es la tercera pelea que se produce en la última semana, todas ellas protagonizadas por grupos de inmigrantes marroquíes por el control de las escolleras de la zona, con la intención de asentarse en ese lugar para introducirse ilegalmente en los barcos que atracan en la ciudad así como para ocultarse de los agentes policiales.
Los trabajadores de empresas portuarias han denunciado a EFE la inseguridad que se vive en este lugar y las continuas amenazas que reciben por parte de estos inmigrantes, todos ellos naturales de Marruecos.
En este sentido, el mismo viernes un trabajador de una empresa de limpieza tuvo que ser atendido en el hospital al recibir dos pedradas -una en la espalda y otra en la mano- que precisaron puntos de sutura.