Dos policías locales de Tenerife encontraron el pasado fin de semana a dos menores, de seis años y once meses, totalmente descuidados. Los pequeños no estaban bien aseados, sin comer y sin haberse duchado durante días. Junto a ellos, se encontraba su madre, en claro estado de embriaguez y el abuelo de los menores, que presentaba las mismas condiciones. Los niños han ingresado en un centro de acogida, después de que la mujer afirmara que no estaba en condiciones de cuidar a los pequeños.
Los hechos se produjeron en el municipio de Granadilla de Abona (Tenerife) cuando los policías acudieron a las inmediaciones de un bar por una supuesta reyerta entre dos mujeres. Cuando los agentes llegaron se encontraron a una mujer, en estado de embriaguez, que se había enzarzado en un discusión con otros dos hombres, uno de ellos, su padre. Además junto a ellos, se encontraba dos niños pequeños, con claros signos de dejadez. Tal y como confirmó la madre, estaban totalmente descuidados y no sabía "cuándo habían comido por última vez".
El abuelo, que también se encontraba bajo los efectos del alcohol, explicó a los policías que lo mejor que podían hacer era llevarse a los niños. Como apunta Eldia.es, durante toda la intervención que llevaron a cabo los agentes, la joven se mostró en un estado de gran alteración. Cuando fue preguntada por los policías, la mujer afirmó que su hijo mayor no tiene padre reconocido, mientras que el progenitor de la pequeña de 11 meses se encontraba en la actualidad en prisión. La pareja tiene juicios pendientes, según confirmaron fuentes policiales.
La mujer, que se encontraba de okupa en un edificio cercano, también se enfadó con su padre y le culpó de que los policías le fueran a retirar a sus hijos. No obstante, señaló que carecía de algún familiar que se ocupara de los niños, ya que su abuela materna también se encontraba en estado de embriaguez en ese mismo momento.
Finalmente, reconoció ante la Jefatura de Policía Local que no estaba en condiciones de hacerse cargo de los pequeños. Los policías municipales pusieron los hechos en conocimiento de la Fiscalía de Menores, que decretó una orden cautelar de ingreso en un centro de acogida de ambos niños, al hallarse en situación de desamparo. Además, tiene antecedentes policiales por amenazas a los agentes de la autoridad.