Un hombre de 39 años ha matado presuntamente a su hijo de 10, al que tenía que haber entregado este jueves a su madre, y después se ha ahorcado en un domicilio de la localidad murciana de Beniel.
Según han informado fuentes de la investigación, la Policía local de este municipio recibió una llamada en la que se informaba que David S.O. no había entregado a su hijo a las 20:30 horas, como establecía el régimen de visitas.
El hombre contaba con una orden de alejamiento a su exmujer, debido a un episodio de violencia de género ocurrido en junio. Juntos tenían dos hijos -18 años y 10, el pequeño muerto-. David solía sufrir algún episodio depresivo.
Los agentes municipales se desplazaron hasta el domicilio del hombre y comprobaron que la puerta estaba cerrada con llave por dentro, por lo que avisaron a un cerrajero que la abrió.
Fue entonces cuando entre el pasillo y el baño encontraron tendido en el suelo el cuerpo del menor rodeado de gran cantidad de sangre y en la cocina el del padre ahorcado. Antes de acceder al lugar los familiares habían avisado a las fuerzas de seguridad de que David S.O. había tenido algún comportamiento suicida.
La Guardia Civil también se trasladó a la vivienda para hacerse cargo de la investigación, han indicado las mismas fuentes, que han señalado que el supuesto parricida tenía antecedentes por malos tratos y había quebrantado una orden de alejamiento dictada el pasado mes.
Se trata del segundo parricidio en menos de una semana. El pasado 22 de julio un niño de 4 años murió ahogado en Azpeitia. Las investigaciones de la Guardia Civil apuntan a que fue la madre quien acabó con la vida del menor. Como apuntan varios vecinos, la mujer tenía "grandes depresiones" y "problemas psquiátricos". En un primer momento, se pensó que el niño había muerto de manera fortuita en la bañera. La madre se encuentra hospitalizada debido a unas heridas que ella misma se habría provocado.