Jaouad Tougane, campeón autonómico de maratón en 2018, ha sido pillado robando otra vez. El joven ha cometido más de cuatro hurtos en una semana y todos ellos en el centro comercial El Saler y unos grandes almacenes de la avenida de Francia en Valencia. Aunque la mayoría de las veces muestra su arrepentimiento tras ser retenido por los vigilantes, es la enésima vez que el joven marroquí sustrae productos electrónicos y sale corriendo con varios artículos en sus manos para venderlos luego en una calle de Valencia.
La Policía ha detenido a Tougane en un par de ocasiones y solo en una de ellas ofreció resistencia. Como publica Las Provincias, el atleta venido a menos suele preguntar a los agentes cuándo puede marcharse y no tiene una actitud agresiva, porque sabe que el uso de la violencia conlleva un delito más grave y una condena mayor.
El pasado 18 de agosto, el joven marroquí cometió dos hurtos en pocas horas en el mismo centro comercial. Ese domingo por la mañana sustrajo unas gafas de realidad virtual tras eludir las medidas de seguridad del establecimiento, aunque las cámaras de seguridad grabaron el delito y la veloz huida a la carrera de Tougane, y por la tarde regresó para hurtar más aparatos electrónicos, tal y como publica el citado medio.
Los delitos leves de hurto que la policía le atribuye, cuya cuantía no excede de los 400 euros, están penados con una multa de uno a tres meses con una cuota diaria de seis euros. Si Tougane no paga quedaría expuesto a una responsabilidad subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas diarias insatisfechas.
"Toca seguir viviendo en la calle"
Como publica Las Provincias, el joven atleta, nacido en 1994, debe dinero a un conocido y esta es la manera en la que está intentando saldar su deuda. Tougane es especialista en los 5.000 y en esta modalidad estuvo a punto de ir a los Juegos Olímpicos de Río, logrando una gran marca que le daba el billete. Finalmente, el atleta renunció a representar a su país ya que desde Marruecos solo le pagaban el vuelo hasta Brasil, no la manutención.
Según confesó en Facebook, el joven "no está bien" y comenta: "Lo siento mucho amigos. Ojalá pudiera rehacer mi vida. Toca seguir viviendo en la calle después de un mes hasta que llegue mi hora". Y explica su único propósito: "Ojalá pudiera volver a sacar una sonrisa a mi madre".