La Policía Nacional ha detenido a una persona de 44 años y con numerosos antecedentes policiales, como presunto autor de un delito de asesinato cometido en 2009. El hombre ya había sido condenado y durante la investigación se encontraba cumpliendo condena por otro asesinato cometido en 2010, en la habitación 306 de la misma pensión de Santa Cruz de Tenerife, habitación en la cual había ocultado el cadáver.
En julio de 2016, dos jóvenes hallaron casualmente dos petates, uno dentro del otro, en la zona de Barranco de Santos a la altura del Puente Javier de Loño en Santa Cruz de Tenerife, y que contenían restos óseos.
La Policía Nacional se hizo cargo de lo hallado y comenzó la realización de las diligencias correspondientes. En ese momento, el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Santa Cruz de Tenerife, se encontraba investigando la desaparición de una mujer, denunciada tres años por una de sus hijas, en el año 2013.
A raíz de este hallazgo se centra la investigación en identificar los restos óseos hallados, su posible relación con la mujer desaparecida, y los hechos acaecidos hasta la localización de los petates.
Al contrastar los restos biológicos (ADN) obtenidos de los huesos localizados, con los obtenidos durante la investigación del asesinato cometido en 2010 en la habitación 306 y que no habían podido contrastarse con otros indubitados, se demostró que corresponden a la misma persona. A partir de ese momento la investigación se centra en el individuo que cumplía condena como autor del asesinato cometido en esa habitación en 2010.
Todas las pruebas obtenidas, biológicas, documentales, declaratorias, y diligencias practicadas, dieron como resultado la identificación del presunto autor del hecho y su imputación por un delito de asesinato, por lo que detuvieron al hombre.
Los hechos investigados se remontan al mes de junio del año 2009, cuando autor y víctima residían en la misma habitación de la pensión santacrucera. A finales del mes de junio, por causas que se desconocen, la víctima, que ocupaba habitación individual, pasa a compartir habitación con su verdugo.
Las investigaciones practicadas concluyen que en esa habitación, en un momento dado, el autor de los hechos golpea de forma violenta a la víctima haciéndola sangrar, rastros de sangre que son localizados y recogidos para su análisis.
Posteriormente la estrangula hasta producir su muerte y espera tres días para evitar el 'rigor mortis' y así poder manipular el cadáver, pues al ser una mujer de baja estatura la introduce en un petate y a su vez este en otro.
Además, realiza fotos de la escena, con el cuerpo encima de la cama a medio introducir en el petate, foto recuperada gracias la colaboración de técnicos en tratamiento de imágenes e inteligencia artificial. Finalmente, traslada los petates hasta una cueva situada en el Barranco de Santos.
Con la finalización de esta investigación, el esclarecimiento y detención del autor del asesinato, la Policía Nacional apunta que queda demostrado que presuntamente cometió los dos asesinatos en la misma habitación, en un corto espacio de tiempo, de seis meses.
El atestado instruido, junto con el detenido han sido puestos a disposición de la Autoridad judicial competente. Las investigaciones han sido realizadas por policías nacionales del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Santa Cruz de Tenerife.