Un joven de 17 años, hijo de un Guardia Civil, ha muerto tras recibir un disparo accidental en la cabeza en su vivienda de Burgos, situada en la calle Madre Isabel de Larrañaga, en el barrio de San Cristóbal.
El menor, que estaba acompañado por uno de sus amigos, de 16 años, recibió un balazo con un arma de fuego de colección. No se trataba, pese a que su padre es Guardia Civil, de un arma reglamentaria perteneciente al cuerpo.
El 112 recibió la alerta a las 23:48 horas. "Un joven está herido por un disparo accidental de un arma en su vivienda", rezaba el mensaje. Inmediatamente, la Policía Nacional, la Policía Local y el Sacyl se presentaron en la casa.
Al llegar, sin embargo, no pudieron hacer nada: confirmaron, simplemente, la muerte del joven burgalés. Atendieron, eso sí, de una crisis de ansiedad a un hombre de 47 años y al otro menor, de 16 años, presente en la vivienda.
En el barrio, según El Norte de Castilla, pocos vecinos conocían lo sucedido. Simplemente, escucharon chillidos a eso de la medianoche y después escucharon cómo llegaban la Policía Local y Nacional a la vivienda.
Mercedes Martín, delegada del Gobierno de Castilla y León, ha apuntado también a que todo se trata de un accidente y ha extendido sus condolencias a su familia, a la Guardia Civil y a la hermana del joven fallecido, melliza y estudiante del colegio Sagrado Corazón de Jesús.