Uno de los cuatro jóvenes que se encuentra en prisión tras la violación grupal y simultánea a una chica de 19 años -durante la Nochevieja del pasado año en Callosa d'En Sarrià (Alicante)- ha vuelto a verse implicado en un episodio de agresión sexual. Esta vez, ocurrida en prisión.
Como informa El Mundo, el hombre participó junto a otros tres internos en una violenta agresión a otro preso. Todo apunta a que le introdujeron un palo de madera por vía anal y necesitó atención médica. Los hechos se produjeron hace una semana en el Módulo de Educación y Respeto (MER) del Centro Penitenciario Alicante II de Villena. Allí se encuentra ingresado el joven desde su detención en enero. Se trata de un centro moderno con un módulo especial que desde la clasificación de Instituciones Penitenciarias se entiende como de menores: los reclusos tienen edades comprendidas entre 18 y 19 años.
Fue en este centro penitenciario, el pasado 12 de noviembre, donde el joven y otros tres hombres acorralaron a un preso y, tras una discusión, le agredieron sexualmente. El chico tuvo que ser atendido por el médico y, después, los agresores fueron llamados al orden. A partir de ese momento, la dirección del centro penitenciario tiene dos opciones: expedientar a los jóvenes o expulsarles del módulo de educación y respeto, así como enviarlos a prisión convencional. Por el momento, no se ha tomado ninguna decisión.
No se trata del primer incidente del joven en prisión. A los pocos días de ingresar en la cárcel, sus compañeros le quemaron las manos con cigarrillos y también le raparon la cabeza. Aun así, las agresiones que sufrió no revistieron asistencia médica. Además, él tampoco denunció los hechos ni delató a sus agresores para evitar futuros desencuentros y para que no le trajeran consecuencias.
Drogaron y violaron a la joven
Los hechos por los que los cuatro jóvenes de La Manada de Alicante se encuentran en prisión se produjeron la madrugada del 31 de diciembre al 1 de enero. Los chicos drogaron y violaron -presuntamente- a una joven de 19 años, quien opuso resistencia e intentó, en la medida de lo posible, zafarse de ellos. La agresión se produjo en el piso de uno de ellos, que vivía junto a su madre y su hermana. Fueron ellas, quienes alertadas por el ruido, llamaron a la Policía. Tras esto, los agentes se personaron en la vivienda y detuvieron a los cuatro jóvenes, de entre 19 y 23 años. Uno de ellos, de 22, tenía antecedentes por violencia de género y abusos sexuales sobre una menor.
Las detenciones se encuadran dentro de la Operación Lambada que ha podido rastrear las acciones de estos jóvenes y evidenciar otro presunto abuso en circunstancias similares. Cuando la Guardia Civil se hizo cargo del caso encontró en el teléfono móvil de uno de ellos un vídeo de la violación de la pasada Nochevieja. Las imágenes tienen unos cinco minutos de duración. Las fuentes consultadas explican que se observa con claridad que la chica se opone con resistencia y que intenta quitarse de encima a los encarcelados.