La perrita, de nombre Magui, murió en brazos de su dueño, acurrucada, al no poder soportar el ruido de la pirotecnia lanzada cerca de su casa de Esquel (Argentina). Su imagen, echándole el brazo por encima al chico que la cuidaba, ha dado la vuelta al mundo y se ha hecho viral a través de las redes sociales. Es enternecedora, pero también muy dolorosa.
Magui no pudo soportar los estallidos de la pirotecnia y su familia, tratando de salvarla, intentó pedir ayuda a varios veterinarios para ver qué podían hacer. Sin embargo, según desvela el periódico argentino Clarín, nadie prestó auxilio al animal.
El suceso, no obstante, no hubiera trascendido de no ser porque Antonella, la dueña de la perrita, hizo una foto de su hijo abrazando a Magui y la organización ADAE (Adopta-Esteriliza-Educa) la compartió a través de sus redes sociales.
“Ella era nuestra amada mascota. Se llamaba Magui y acaba de morir. Era viejecita y odiaba la pirotecnia. No sabíamos dónde meterla. Mientras otros se divertían, ella lo estaba pasando muy mal. Le dio un ataque, llamamos a todos los veterinarios de Esquel para que nos ayudasen, pero ninguno nos atendió. La perra murió en brazos de mi hijo, mientras él me rogaba que llamase a alguien para que viniera a auxiliarla. Lamentablemente, la estamos llorando con el corazón roto al no poder hacer nada”, escribió Antonella en las redes sociales, consternada por perder a su compañera de viaje durante tantos y tantos años.
La ADAE, a su vez, apoyó a la familia y condenó los actos de los vecinos que ‘mataron’ con pirotecnia a Magui.