Un trabajador de 56 años ha muerto este martes cuando realizaba tareas de rehabilitación y pintura en un edificio del distrito de Moratalaz (Madrid) al recibir un fuerte golpe en la cabeza. La chimenea donde se anclaba el arnés de seguridad ha cedido y el hombre ha quedado suspendido a una altura del segundo piso.
La investigación abierta tratará de determinar si la muerte se produjo por el impacto de los cascotes de la chimenea desprendida o si se golpeó contra uno de los muros del edificio.
El accidente laboral ha tenido lugar pasadas las 10 de la mañana en un inmueble situado en el número 251 de la calle Hacienda de Pavones, cuando el fallecido y otro empleado realizaban tareas de saneamiento, pintura y rehabilitación en el patio interior, según ha explicado el Servicio de Emergencias.
Los servicios de emergencias se desplazaron a la zona y vieron al empleado fallecido quedó suspendido a la altura del segundo piso con su equipo a través de un arnés sujeto a una línea de vida.
Los bomberos del Ayuntamiento han realizado una maniobra para asegurarle y evitar que cayera al suelo y han procedido a su rescate utilizando para ello una camilla para introducirlo por una vivienda del segundo piso.
Por su parte, efectivos del Samur-Protección Civil han comprobado que sufrió un traumatismo craneoencefálico grave que le produjo la muerte.
Su compañero, de 41 años, también fue rescatado y sufrió contusiones que no revisten gravedad, si bien ha requerido atención por parte de una psicóloga del Samur dado que estaba afectado por lo ocurrido.