La Policía de Utah ha encontrado el cadáver de un hombre que llevaba una década muerto. El cuerpo estaba guardado en el congelador de la vivienda familiar. Junto a él, los agentes encontraron una carta notariada firmada hace 11 años. En ella, el fallecido eximía en todo momento de cualquier responsabilidad a su mujer. Los hechos se remontan a finales de noviembre en la localidad de Tooele, en Estados Unidos.
La Policía se presentó en la casa de Jeanne Souron-Mathers, de 75 años, ya que habían sido avisados por los servicios sociales. La mujer no se había presentado a recoger su cheque de ayudas, como hacía siempre. Cuando entraron en la vivienda, los agentes comprobaron que Jeanne había fallecido -todo apunta a que por causas naturales-. Al realizar el registro de la casa, se encontraron -guardado dentro de un arcón congelador- a su marido Paul Mathers. No se tenían noticias de él desde hacía una década.
El hombre sufría una enfermedad terminal y fue visto por última vez en un hospital cercano a su casa en febrero del 2009. Ahora, los investigadores creen que el hombre murió por esas fechas y se encontraba desde entonces guardado en el congelador. Pero la investigación dio un giro cuando encontraron también una carta, que estaba notariada y fechada en diciembre de 2008. En ella, afirmaba que su mujer no había tenido nada que ver con su muerte.
La Policía está convencida de que el plan pudo perpetrarse para que la viuda pudiera seguir cobrando la pensión de Paul como veterano de guerra. Todo apunta a que Jeanne ha podido cobra hasta 160.000 euros en los últimos 10 años.