El pasado 29 de enero un militar, J. W. D. O y de 32 años, agredió en Zaragoza a un taxista de 42. Tras los golpes, el hombre quedó muy grave y fue hospitalizado. Ahora, se encuentra en coma. El titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza decretó el pasado 1 de febrero la libertad provisional, comunicada y sin fianza para el militar. El joven aseguró ante el juez que no se acordaba de nada de la agresión y lo achacó, como así le aconsejó su abogado, al elevado consumo de alcohol.
El juez Antonio Robledo decidió ponerlo en libertad, desoyendo a la Fiscalía que pidió el ingreso en prisión en respuesta a la gravedad de las lesiones de la víctima Cristian F.S. Asimismo, el magistrado ha impuesto como medida cautelar la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer semanalmente en dependencias judiciales.
Las razones que esgrimió Robledo es que el hombre no tiene antecedentes penales, además vive en Zaragoza desde hace seis años, tiene trabajo estable como miembro del Ejército de Tierra y, en concreto, en el regimiento de Pontoneros. Las lesiones que sufrió la víctima fueron de un solo puñetazo.
A pesar de su puesta en libertad, el Ministerio de Defensa deberá abrir un expediente temporal por el que el joven será suspendido de empleo. También, al estar estudiando para entrar en la Guardia Civil, no podrá acceder al cuerpo porque contará con antecedentes. Como informa El Periódico de Aragón, la víctima continua ingresada en la UCI del Hospital Miguel Servet de Zaragoza debido al traumatismo craneoencefálico que sufrió.
Los hechos sucedieron en las puertas del bar Gran Café Zaragozano, situado en la Plaza de España de Zaragoza. Por circunstancias que todavía no se han esclarecido, el hombre dio un golpe a la víctima mientras se encontraba fumando junto a un amigo. En un primer momento, la lesión no fue de gravedad, pero su estado empeoró en el hospital tras su traslado en ambulancia.