Una mujer es condenada en Granada a pagar 18.000 euros a su exmarido por inventarse un puñetazo

M.P.Q., una mujer que denunció a su marido por malos tratos, ha sido condenada a indemnizar al hombre, J.I.C, por inventarse que su exmarido le había dado un puñatazo en el ojo. Así lo sentenció el pasado febrero el Juzgado de lo penal número 4 de Granada y así lo acaba de ratificar la Audiencia Provincial de Granada, ya que la mujer había recurrido tanto la indemnización, como el año de prisión y la multa de 1.200 euros que se le impuso al probarse que su testimonio era falso.

Ahora, M.P.Q. sólo puede recurrir ese nuevo fallo de la justicia ante el Tribunal Supremo. Y es que la Audiencia de Granada respaldó la conclusiones del juez de primera instancia, según explica el diario granadino Ideal. Entonces, el hombre, J.I.C, fue absuelto y el caso se volvió contra la mujer, que ya ha sido considerada como la autora de un delito de acusación falsa y otro de falso testimonio. Por todo ello, tendrá que indemnizar a su exmarido con casi 18.000 euros, como recogía la sentencia del Juzgado de lo penal número 4 de Granada. 

El magistrado consideró entonces en la resolución que la mujer presentó la denuncia el pasado 2 de junio de 2015. En la misma, aseguró que había sufrido, durante la madrugada del día anterior, una agresión física por parte de su entonces marido.

Tal y como relató, el golpe fue "un puñetazo en el ojo derecho", a la vez que la cogía "fuertemente por los brazos". La ahora condenada denunció el supuesto episodio "a sabiendas de su falsedad y siendo plenamente consciente que los hechos denunciados no se correspondían con la realidad".

 Así, tras la denuncia, se pudo en marcha la maquinaria judicial y el exmarido se vio envuelto en un proceso penal. El hombre terminó en el banquillo de los acusados como presunto maltratador. Tras la correspondiente vista oral, terminó absuelto. La mujer acabó confesando que había fingido la agresión. La sentencia resalta que la granadina tuvo un comportamiento contradictorio a la hora de hablar de las consecuencias de la agresión.