Rubén Rodríguez Arcay, el capitán de barco de 42 años fallecido en extrañas circunstancias.
La extraña muerte del armador Rubén (42 años) en Galicia: fue a hacerse una PCR y se desplomó
El capitán del barco acudió al centro sanitario y, mientras esperaba a que le hicieran la prueba, murió. Se descoconcen las causas de su fallecimiento.
26 enero, 2021 13:03Noticias relacionadas
- El responsable de 500 rastreadores: “No se hizo nada en Navidad, vamos a un confinamiento en casa”
- El efecto ‘bomba’ de la cepa británica sobre los pueblos gaditanos vecinos a Gibraltar: así se extendió
- Los 16 restaurantes que Alberto Chicote no salvó y cerraron tras la visita de 'Pesadilla en la cocina'
Se acerca la noche en el municipio de Carballo (La Coruña) cuando el patrón del barco Lúa Nova, Rubén Alberto Rodríguez Arcay, se acerca a la Clínica Bergantiños porque se siente mal. El armador acudía al centro con la intención de hacerse una prueba de detección de Covid-19, pero no llegó a hacérsela. Mientras esperaba, este armador de 42 años se desplomó fulminado "de manera repentina", según explican varios medios gallegos. Nunca llegó a practicarse la PCR.
Los hechos ocurrieron, según desvela una medio local, a las 19:30 de este lunes en la tercera planta del centro sanitario. Los testigos no pudieron hacer nada por su vida, ya que Rubén se desplomó y, de momento, se desconocen las causas de la muerte.
De hecho, cuando este vecino procedente de la localidad coruñesa de Malpica de Bergantiños cayó, las voces de alarma hicieron que llegase al centro sanitario una ambulancia del 061, la Policía Local de Carballo y la autoridad judicial. Ésta ordenó el levantamiento del cadáver y su traslado con la intención de que se le practique una autopsia que determine las causa de la defunción de Rubén.
Malpica de Bergantiños, la localidad marítima donde vivía Rubén y atracaba su barco, el Lúa Nova, está consternada. El alcalde del pequeño municipio de menos de 6.000 habitantes, el socialista Walter Pardo, está consternado con la noticia, ya que según explica La Voz de Galicia, Rubén estaba en buen estado de salud y el lunes terminó normalmente su jornada, que en estos momentos se centra en la captura de pulpo. El hombre deja, también, a una hija huérfana.
