Después de 30 días de búsquedad, los equipos de rescate han encontrado el cadáver de Virgilio García, el operario sepultado por un alud de nieve junto a su compañero César Fernández el pasado 1 de enero.
Los dos hombres, de 61 y 53 años respectivamente, se encontraban trabajando con una máquina fresadora en la limpieza de la carretera de acceso al puerto de San Isidro cuando los alcanzó el alud.
Ambos operarios fueron sepultados por una avalancha de nieve tras bajarse del vehículo, que fue arrastrado unos 200 metros a través de una ladera, para intentar desatascar la chimenea de la fresadora en las proximidades de Riofrío, a cuatro kilómetros de la cima del puerto.
Los servicios de emergencia recibieron la alerta a través del propietario de un hotel próximo que, previamente, había recibido el aviso de los ocupantes de uno de los dos turismos y que, tras desplazarse a la zona del alud en un todoterreno, localizó al conductor de una furgoneta herido y atrapado entre su vehículo y el quitamiedos, y lo evacuó hacia León.
El herido relató que el mismo alud había sepultado a los dos trabajadores del quitanieves, que circulaba delante de su furgoneta, cuando se habían bajado de la máquina para desatascar la chimenea.
El cuerpo sin vida del primer trabajador fue recuperado horas después del siniestro pero el de Virgilio García ha permanecido desaparecido hasta ahora. Desde que se produjo el accidente, han trabajado en su búsqueda equipos del Servicio de Emergencias del Principado, de la Guardia Civil y de la Dirección General de Infraestructuras, así como de la Unidad Militar de Emergencias durante algunas jornadas.
Sin embargo, estas labores se han encontrado con numerosas dificultades, como las provocadas por situación meteorológica en la zona, que acumulaba espesores de hasta diez metros de nieve. No ha sido hasta 30 días después cuando se ha localizado el cuerpo.